La Conselleria de Educación del tándem Compromís y PSPV y la patronal de la enseñanza católica abrieron ayer un nuevo frente de batalla para este curso: la revisión de los conciertos singulares de Bachillerato y FP a través de los cuales los centros privados sostenidos con fondos públicos forman a 13.900 jóvenes en el primer caso, más otros 15.000 en el segundo.

Fue en la primera reunión oficial que mantienen el conseller de Educación, Vicent Marzà, y su secretario autonómico, Miguel Soler, con Escuelas Católicas de la C. Valenciana (Escacv), tras año y medio del Consell del Botànic. Los máximos responsables de la Educación valenciana confirmaron a la patronal que agrupa a los colegios concertados diocesanos y de congregaciones religiosas su intención de eliminar progresivamente los conciertos en enseñanza postobligatoria hasta reducirlos a las necesidades de planificación educativa. Es decir, a aquellos que atiendan la demanda que no cubre la pública.

La posición de la conselleria no es nueva. De hecho, Marzà, el pasado 13 de junio en el programa de debate Halcones y palomas de LevanteTV respecto a los conciertos de Bachillerato, y también del segundo ciclo de Infantil (3-5 años), la mayoría de los cuales toca abordar en 2017, ya avanzó que «si no hay una necesidad de escolarización no se renovarán» los conciertos en ambas etapas, ninguna de ellas de enseñanza obligatoria. Eso sí, matizó, que «estará garantizado que los alumnos que estén dentro continuarán en el centro».

En el encuentro de ayer, que tanto Educación como Escacv califican de «distendido», fue la primera vez en que ambas partes abordaron cara a cara el futuro de los conciertos postobligatorios. Así lo asegura la patronal católica, que subraya en una nota que Miguel Soler les confirmó que no renovar los conciertos de Bachillerato y FP «no es un rumor». «Soler nos ha comunicado que su eliminación forma parte de los programas electorales tanto de Compromís como del PSPV, y que los programas están para cumplirlos», cuenta Vicenta Rodríguez, secretaria de la patronal.

La postura de Soler no dista ni un ápice de la de Marzà, ni tampoco de la que ofrecieron fuentes de Educación tras la reunión, que duró casi dos horas. «Los conciertos se harán allí donde son necesarios por planificación educativa», destacaron.

Una posición que no ha variado en el tiempo, pues el secretario autonómico de Educación siempre ha puesto en tela de juicio que la Comunitat sea la única autonomía junto a Madrid donde el PP, de manera unilateral, ha decidido concertar los dos cursos de esta etapa.

En una entrevista a Europa Press concedida en enero, Soler ya señalaba que sólo se mantendrán los conciertos de Bachillerato que sean «necesarios porque no haya plazas (públicas) suficientes». Aunque, por lo que respecta a la FP concertada, matizó, ésta «tendrá un tratamiento diferente porque hay más necesidad», debido a la escasa oferta de algunas especialidades.

«Puestos de trabajo en juego»

Tanto la conselleria como Escacv han acordado reunirse de nuevo para abordar «puntos de encuentro» sobre los conciertos de Bachillerato, apunta Rodríguez, «pues están en juego muchos puestos de trabajo y la libertad de elección de las familias». «Esperamos llegar a un acuerdo que anteponga las necesidades de las familias, a los programas electorales», concluye.

El programa electoral con que Compromís se presentó a las últimas elecciones autonómicas, no ofrece dudas al respecto. «Supresión progresiva de la concertación de las unidades no obligatorias de la educación, es decir, el Bachillerato y la Formación Profesional», se lee en la medida número 20 de las 43 promesas que hizo en Educación.