Alberto de Rosa, consejero delegado de Ribera Salud, concesionaria de cuatro de los cinco hospitales públicos de gestión privada en la Comunitat Valenciana cuestionó ayer que el Consell se oponga a mantener este modelo de gestión pero sí siga externalizando servicios como la hemodiálisis ambulatoria. Así lo manifestó ayer antes de una conferencia sobre sanidad privada en la sede de la patronal CEV. De Rosa defendió que existen muchas fórmulas para colaborar con la administración, a la que ofreció su «mano tendida» en la reversión de la gestión del departamento de La Ribera que el Consell ya ha iniciado, al menos formalmente, anunciando su intención de no prorrogar el contrato tras la fecha de expiración el próximo marzo de 2018. «Estamos seguros de que la administración lo tendrá todo previsto -en el proceso de reversión- y lo único que le pediría es que cuanto menos incertidumbre se cree, mejor», según De Rosa, que ha insistido en que está a disposición de la Generalitat para llevar a cabo «un proceso transparente y ajustado a la legalidad». Al respecto ha recordado que la Administración es «soberana» para «tomar las decisiones que tenga que tomar» aunque le ha reclamado que lo haga «en base a datos transparentes» tras recordar la inversión realizada de 140 millones en el área.