El exdiputado provincial socialista, Rafael Rubio, acaba de asegurar tras declarar ante el juez del 'Caso Taula' por los contratos zombis de Imelsa, que "si hubiera tenido pruebas de lo que pasaba en Imelsa habría ido a la Fiscalía". Rubio ha explicado a los periodistas que los contratos de cuatro asesores de los que dispuso durante el periodo que fue diputado, 2007-2011, se debieron al cambio de legislación laboral que obligaba a contratar fijo a los trabajadores después de un periodo de tiempo, por lo que tuvieron que buscar "a otras dos personas".

Rubio ha defendido que todas las personas contratadas "hicieron su trabajo y lo hicieron bien" y accedieron a su puesto de trabajo "no porque pidiera ningún favor a Benavent o a Rus, sino porque nos correspondía por nuestra representación en la Diputación de Valencia".

El exdiputado socialista también ha reivindicado su labor como portavoz en la Diputación de Valencia con la fiscalización de los contratos de césped artificial. "Llegamos hasta donde pudimos. Si a mí me hubieran entregado un pen drive o documentación también habría acudido a la Fiscalía", ha defendido a las puertas de la Ciutat de la Justicia.

Durante la mañana de hoy también han declarado por la pieza de los empleos zombis el exdiputado popular Salvador Enguix Morant, el miembro de Nuevas Generaciones Juan Antonio Sanz Núñez y el alcalde de Gestalgar, Raúl Pardos.