La ayuda figuraba en el papel pero no en la práctica. El Gobierno central paralizó durante dos años las ayudas al cuidador no profesional, que debían gestionar las comunidades autónomas en aplicación de la ley de Dependencia. Así, la ayuda figuraba en el catálogo de servicios, pero nadie la recibía. Hasta ahora.

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra decidió reactivar la prestación en cuanto finalizó el bloqueo estatal y ahora ha dado un paso más al ampliar los requisitos para acceder a la misma. Ya no es imprescindible que el cuidador no profesional sea un familiar directo para poder recibir la ayuda.

Ni el dependiente debe convivir con él durante un año como mínimo, ni se le exige el padrón para demostrarlo. Así consta en la ley de acompañamiento de los presupuesto de la Generalitat para 2017 que ahora incluye en los requisitos para poder percibir la ayuda de cuidador no profesional a «aquellas personas con una relación de proximidad afectiva acreditada en el correspondiente informe social del entorno».

Esta medida responde también al plan de choque previsto por el Consell para acabar con la lista de espera en residencias públicas, que ya suma 2.000 dependientes que esperan una media de dos años, tal como publicó ayer Levante-EMV. Así, si la Generalitat no puede ofrecerles una plaza pública a menos de 20 kilómetros de su domicilio, les ofrecerá una compensación económica que responderá al «coste real» de la plaza en cuestión para que puedan acceder a una residencia privada.

Otro de los aspectos fundamentales que se modifican respecto a la ayuda del cuidador no profesional es la supresión de las horas de atención máxima establecidas en al orden ya que «ha quedado constatado que las necesidades de la persona dependiente superan las 160 horas mensuales establecidas en la Orden 21/2012». «Por ello -continúa el texto- es necesario suprimir la aplicación de un coeficiente reductor por número de horas contratadas y permitir determinar la cuantía para la persona en situación de dependencia en base a sus circunstancias personales, familiares y del entorno».

De esta forma, el Consell asegura ahora que la cuantía máxima de estas ayudas «se establecerá anualmente por el Gobierno mediante Real Decreto, previo acuerdo del Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia».

El beneficiario de la prestación sigue mandando. Antes y ahora. Así, el dependiente «podrá decidir el cambio de su cuidador no profesional si bien este ha de ser solicitado con dos meses de antelación ante el servicio municipal». Se excluye de esta comunicación previa los casos en los que deba realizarse la substitución por baja por fuerza mayor del anterior cuidador. El nuevo cuidador no profesional debe cumplir con los requisitos y ser valorado por el servicio municipal.