La Conselleria de Industria ha ordenado inspeccionar las empresas que han instalado los ascensores del mismo modelo que el que se desplomó hace tres semanas en una finca de Manises y que causó heridas a una mujer. Tras conocer el suceso, Industria realizó una inspección en el ascensor siniestrado y determinó que el elevador sufrió una rotura del eje del grupo tractor. A partir de ahí, encargó a la empresa que instaló el ascensor un estudio detallado de las causas del desplome que realice un laboratorio externo para saber si fue por un fallo del motor o por un problema de sobreesfuerzo.

Paralelamente, Industria, a través del registro de la asociación de empresas instaladoras y conservadoras de ascensores, ha determinado que son tres las empresas que han colocado este modelo de elevador. A todas ellas les exige un listado de todos los edificios de cualquier municipio valenciano donde se haya instalado este modelo, para poder iniciar un expediente tras el informe, en el caso de que este determine que el accidente se debe a la existencia de una pieza defectuosa.

De momento, Industria ha precintado dos ascensores del mismo modelo en las fincas anexas a la que sufrió el desplome en Manises. Un tercer ascensor del mismo modelo se ha dejado operativo dado que se le cambió el motor en abril de 2015.

Tercera reunión de las partes

Mientras, el ascensor accidentado sigue sin ser retirado para poder ser sustituido por otro que dé el servicio a los vecinos, muchos de ellos de edad avanzada y que se sienten confinados en sus casas al no poder salir sin ayuda. La causa de que el ascensor continúe en las mismas condiciones tras el accidente es que las partes implicadas -Industria, empresa instaladora, la de mantenimiento y la comunidad de vecinos- no se ponen de acuerdo para acordar el día de retirada, ya que todos desean que esté supervisada por sus técnicos para evitar que alguien pueda alterar las pruebas.

Ayer, por tercera vez desde el accidente, representantes de cada una de las partes volvieron a visitar las instalaciones y a inspeccionar el ascensor y acordaron que en una semana volverían a reunirse para retirarlo definitivamente.

La comunidad de vecinos no quiere mantenerse al margen. Por ello, ha contratado los servicios de un abogado que les represente en todo el proceso, que ayude a aclarar las causas del accidente y que recopile pruebas para pedir responsabilidades a las partes implicadas por vía judicial.

El presidente de la comunidad de vecinos no cree que el accidente tenga su origen solo en problemas en el motor. «Todo ascensor tiene un sistema de seguridad que evita que se desplome más de 30 cm y está claro que aquí ha fallado», recuerda. Un sistema, que como el resto de piezas del ascensor, «ha cumplido todas las revisiones» que manda el protocolo de seguridad.

Llevaba años funcionando mal

Sin embargo, el mal funcionamiento del ascensor ha sido siempre una reclamación de los vecinos desde que se construyó la finca hace ahora once años.

«Cambiamos hace cinco años de empresa de mantenimiento esperando así solucionar los problemas. Desde el principio hacía un ruido que no era normal y temblaba», reconoce una de las vecinas del bloque.

La explicación que les ofreció el servicio de mantenimiento de estas deficiencias es que se debía a que es un ascensor de cabina tipo mochila, el modelo que se ajustaba a las características arquitectónicas de la finca. Es decir, que las dos guías se encuentran en un mismo lado del elevador, con puerta de entrada y de salida diferentes, con un ángulo de 90 grados entre ambas. «Esto hace que con el sobrepeso, el ascensor se incline ligeramente hacia adelante y de ahí el ruido y los temblores», señala el presidente de la comunidad.

Una comunidad de vecinos que ya está harta de ver como la situación sigue estando igual que hace tres semanas cuando se desplomó el ascensor y que no parará hasta encontrar responsables para un accidente que pudo ser muy grave.