En pleno debate sobre la estrategia que debe asumir Podemos ante el nuevo escenario que se abrirá en España en las próximas semanas cuando se concrete la previsible abstención del PSOE a Mariano Rajoy la iniciativa Vamos, impulsada por el sector más cercano al líder de la formación, Pablo Iglesias, llegó ayer en Valencia.

Avalada por una de las dirigentes más cercanas a las tesis de Iglesias, la diputada nacional Irene Montero; por el secretario general de la formación en Valencia, Jaime Paulino, y por la diputada autonómica Sandra Mínguez, destituida a mediados de julio como secretaria de Organización de Podemos en la Comunitat Valenciana por diferencias con el secretario general, Antonio Montiel, Vamos no es aún una corriente interna, pero va camino de serlo.

Al acto de presentación, ayer, ante unas 200 simpatizantes, en la sede de Comisiones Obreras en Valencia, no acudió el líder autonómico de la formación, Antonio Montiel, quien nunca se ha posicionado públicamente en el pulso entre pablistas y errejonistas.

Si la batalla interna en clave nacional entre Iglesias y su número dos, Íñigo Errejón, se dirime en volver a la calle a cavar trincheras y politizar el dolor, en términos de Iglesias, o hacerse fuerte en las instituciones, como defiende Errejón, el de ayer era un acto del estilo del los primeros, de ganar la calle, del activismo social que retrotrae al movimiento 15M, precisamente el germen de Podemos anterior a su llegada a las instituciones.

Entre citas al sindicalista Marcelino Camacho, al exlíder de IU Julio Anguita o a los escritores Benedetti o Galeano, la diputada nacional llamó también, como Iglesias, a «cavar trincheras» en la calle, a ganar espacio en las comunidades y los barrios, a romper con las estructuras tradicionales y a volver al movimiento popular de antaño. Paulino había advertido minutos antes del riesgo de que el partido quede dividido en tres estratos, el del activismo social, el orgánico y el que ocupa las instituciones. También la diputada Mínguez, la cara más visible entre los críticos a la actual dirección del partido en la Comunitat Valenciana, abogó por volver a los orígenes: «No somos un partido político, somos un movimiento popular, que tiene sus raíces en 2008 con la llegada de la crisis, cuando las instituciones tomaron partido por las elites y se ensañaron con los más débiles», rememoró.

Montero negó a preguntas de Levante-EMV que Vamos sea una corriente interna en Podemos, pero aseguró que la iniciativa se sustenta en acciones populares de reivindicación, como la del próximo día 17 en la que reclamarán a las compañías eléctricas que no dejen a nadie sin luz o gas este invierno por causa de pobreza.

La diputada nacional también aseguró que el gobierno a la valenciana fue viable unos meses y que finalmente no se produjo «porque ya es una evidencia que las elites del partido socialista no querían gobernar con nosotros», remató. Montero añadió que los pactos autonómicos dependen de cada territorio y respecto al debate organizativo y a la reclamación de mayor autonomía en un Podemos más federal admitió que será una cuestión fundamental de debate.