"Veinticinco puros Cohiba deben ir en una caja de la calidad que se merecen", asegura Vicente Folgado, propietario de la empresa valenciana de tableros que lleva su nombre e integrante de la misión comercial de la Comunitat Valenciana en La Habana que han organizado la Generalitat y las Cámaras de Comercio.

La empresa de Folgado lleva más de 30 años vendiendo al Ministerio de Materias Primas de Cuba la madera para fabricar las cajas de los mundialmente famosos puros habanos. "Antes los envases se hacían con cedro, pero cuando estos árboles fueron protegidos se buscaron otras y, actualmente, vendemos tableros de una madera africana, ukuome, que sale de Guinea, Camerún, Costa de Marfil y otros países", comenta Folgado.

La firma valenciana de tableros importa la materia prima por el puerto de Valencia y envía al año a La Habana cuatro o cinco embarques de producto ya trabajado. En Cuba es donde se ´pica´ o trocea la madera para la fabricación de las cajas, en las que la firma aporta las tapas superior e inferior, no los laterales. "Trabajamos con maderas y colas inicuas, que no alteren el aroma de los puros. Tuvimos noticia de que una vez tuvieron que ir a la basura decenas de miles de cajas de otro proveedor porque se hicieron con una madera que no valía".

Folgado factura a Cuba entre un millón y un millón y medio de euros al año, de un total aproximado de siete millones de euros de facturación global. Comparte alianza estratégica en Cuba y en otros países cercanos, como Honduras y Nicaragua, con la también valenciana Tableros Picó, aunque en España son competencia.

El viaje del maderero a La Habana tiene un objetivo especial: lograr que el gobierno de Raúl Castro vuelva a pagarle el género a 150 días, y no a 365 como pretende mantener. "Cuba paga siempre, pero a un año no sé si podremos mantener el volumen de trabajo", comenta Folgado en el avión que transporta a la misión comercial.