La familia Revert, que fabrica mantas y todo tipo de productos textiles en Ontinyent, se enorgullece del busto que el patriarca de la saga, Manuel Revert, tiene en La Habana. Este industrial atendió la llamada del gobierno cubano para proveer de mantas a la población en los años más duros del bloqueo estadounidense y envió su cargamento sin expectativas de cobrarlo. No solo lo cobró sino que su gesto le reportó honores en la isla, la amistad y el reconocimiento personal de Fidel Castro, que envió una espectacular corona de flores a su funeral.

El hijo del fundador, José Ramón Revert, viaja a Cuba tres veces al año. El régimen abrió una tienda en la capital que lleva el nombre de la empresa y vende sus productos y también instaló un taller de confección, Cabildo, en el que la firma de Ontinyent presta asesoramiento y formación. Aún así, el directivo ha querido integrarse en la misión valenciana encabezada por el presidente Puig. ´Ha sido una misión exitosa y quiero felicitar por ello a la Generalitat y a las Cámaras. Llevamos casi 50 años en la isla, desde que mi padre empezó a enviar mantas pese al bloqueo. Hemos estado en los momentos difíciles y estaremos también ahora por que el mercado se abre y por una entrañable amistad con el gobierno y el pueblo de Cuba´.

El gerente de la compañía destaca que ´cada vez hay más negocios privados en la isla y vienen cada vez más turistas. Aquí falta de todo y cada día hay más necesidad de afrontar los retos y los cambios que se avecinan´. Para Revert, ´Cuba tiene que aportar por productos de una calidad media y alta, como los nuestros; desmarcarse del producto chino, porque va a venir un turismo de calidad de Estados Unidos y Europa, los precios no son bajos y hay que ofrecer calidad.´

A juicio del industrial textil, ´la dirección hacia la apertura de Cuba no tiene marcha atrás pero va casi más lento de lo que nos gustaría. Yo creo que hay miedo a ir demasiado rápido´.