La universidad pública española es la cuarta más cara de Europa, pero nuestro sistema de becas está entre los más débiles e insuficientes de los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). «Nada puede justificar esta situación que atenta contra la igualdad de oportunidades y favorece la exclusión. Esta es la primera entre las prioridades a abordar, ahora que parece que la recuperación es un hecho», advirtió ayer el presidente de los rectores, Segundo Píriz, durante la presentación en Madrid del informe La Universidad Española en Cifras 2014-15.

El estudio de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), cuyo uno de sus dos autores es el gerente de la Universitat Politècnica de València (UPV), José Antonio Pérez, alerta de que la resistencia de las gobiernos autonómicos como el de la Comunitat Valenciana a bajar las tasas universitarias agudiza el esfuerzo que hacen las familias para costear los estudios superiores de sus hijos.

Las políticas de ajuste implantadas en 2012 han hecho que los precios públicos de las universidades se hayan disparado entre 2008 y 2014, siendo la Comunitat la tercera que más los ha encarecido. En este intervalo casi se dobló el coste de la primera matrícula al alcanzar el curso 2014-15 los 1.233 euros, un 94 % más que en el ejercicio 2008-09. Sólo Cataluña (+158 %) y Madrid (+117 %) subieron más sus tasas universitarias.

El informe analiza el esfuerzo que supone para las familias el pago de los precios públicos universitarios sobre la capacidad de renta en cada autonomía. Así, Cataluña encabeza el nivel de esfuerzo con un 7,5 % sobre su renta per cápita y en el extremo opuesto el País Vasco sólo requiere un esfuerzo del 3,4 %. Ambas autonomías registran niveles de renta per cápita superiores a la media de España, mientras que el precio de este servicio exige un esfuerzo del 5,9 % para los habitantes de Extremadura que ocupa la última posición en el nivel de renta per cápita de España y prácticamente la mitad de la renta de los habitantes del País Vasco.

Las familias valencianas, con un esfuerzo sobre la renta per cápita del 6,4 % son las cuartas, junto a las castellanoleonesas, a las que más les cuesta pagar la universitat tras las catalanas, andaluzas y madrileñas.

La CRUE reclama «actuaciones que corrijan estas diferencias que ponen en cuestión el principio de igualdad». Así propone que los precios universitarios no se usen como hasta ahora, para compensar las aportaciones de las autonomías al sostenimiento de las universidades, sino que operen «como compensación de un coste estándar por la titulación impartida y su pago, en todo caso, se realice atendiendo al nivel de renta de cada universitario.

Becarios cada vez más precarios

El estudio revela la precarización de los becarios debido a la menor dotación de las ayudas del ministerio, cuyas cuantías se han reducido un 20,3 % de media por estudiante (614 euros menos) en España ente los cursos 2012-13 y 2014-15. En la C. Valenciana, la cuantía media ha caído 294 euros (-11,3 %). En España sólo el 27 % de estudiantes recibe una beca del ministerio, mientras en la Comunitat ronda el 30 %. El esfuerzo que hace España respecto al PIB para becas es del 0,11%, la tercera parte que la media de la OCDE.

Además, señala que la diferenciación del acceso a las ayudas atendiendo a la nota de acceso a la universidad -5,5 puntos mínimo para lograr a la compensación de la matrícula y 6,5 para las ayudas de cuantía variable-, dejando en segundo plano la condición económica, ha triplicado los alumnos que tienen derecho sólo al pago de la matrícula al excluir al 24 del alumnado de las ayudas variables independientemente de su renta.