La Diputación de Valencia manifestó ayer su «indignación» por lo que consideran «descalificaciones e insultos» de los inspectores de Trabajo hacia la diputada Conxa García, el director general Toni Such y el jefe de servicio Enrique Moreno. Según explicaron a Levante-EMV fuentes de la corporación, la respuesta al recurso que presentaron 187 municipios pequeños que está brindando la Inspección de Trabajo no ha sentado nada bien a los aludidos, que se han sentido «despreciados y descalificados».

En ese informe, como publicó ayer este periódico, los técnicos del ministerio de Empleo y Seguridad Social rechazan los alegatos que los servicios jurídicos de la corporación provincial habían esgrimido para evitar que los consistorios de localidades de menos de 5.001 habitantes pagaran la Seguridad Social de los últimos cinco años de sus empleados técnicos (arquitectos, ingenieros, etc.).

La polémica se ha dado porque ese rechazo se ha plasmado en un informe de 40 páginas repletas de dardos contra la diputada y su equipo.

«Que un inspector y tres subinspectores empleen un documento oficial para llamar ´cínicos´, ´impúdicos´ o ´sinvergüenzas´ a cargos públicos de las administraciones valencianas es insólito», explicaron desde la Diputación. Por ello, reclaman al delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que aclare si comparte esta manera de actuar de miembros de la administración central del Estado. «Pensamos que utilizar un documento oficial para descalificar e insultar a una diputada o a un director general sólo muestra el desprecio que ciertos funcionarios del Gobierno de España sienten hacia el resto de administraciones», añadieron las mismas fuentes.

«Parece que a los inspectores solo les importa firmar actas y aumentar su productividad. No quieren entender que los pequeños ayuntamientos, sin la ayuda de la diputación que la Inspección de Trabajo ha denunciado, no pueden tener a sueldo a un secretario, un arquitecto o un ingeniero».