Los chicos piensan que si sus novias no tienen nada que esconder deben permitirles entrar en sus móviles y ver con quién se wasapean y qué mensajes comparten. Es más, para ellos es una muestra de amor tener las claves de acceso de los perfiles de sus parejas en las redes sociales, y si éstas se niegan a dárselas es que les están «poniendo los cuernos». Las chicas también piensan igual, lo ven normal
-«Es que yo soy suya», dicen algunas-, pero ellas no tienen las contraseñas de sus novios... Este debate entre chavales de 16 años del Instituto de Educación Secundaria (IES) Ravatxol de Castellar-l´Oliveral, un tema de discusión a la orden del día en cualquier centro de Secundaria, es una muestra de la necesidad urgente de que la igualdad se trabaje en las aulas.
Este es el objetivo de la nueva figura creada por la Conselleria de Educación este curso, que obliga a que todos los colegios e institutos sostenidos con fondos públicos cuenten con un coordinador de igualdad y convivencia, entre cuyas funciones están el desarrollar planes de prevención de la violencia contra las mujeres.
En el IES Ravatxol de las dos citadas pedanías del sur de Valencia, la coordinadora de igualdad es Mª José Codina, profesora de Filosofía. En este mes y medio de curso ya ha iniciado una campaña de sensibilización ante la violencia machista con carteles con recomendaciones a los alumnas de cómo actuar ante un posible caso, tanto si lo sufren como si son amigos de una víctima.
«El problema es que ellos sólo identifican la violencia machista con agresiones físicas, y eso no es así. También es violencia controlar tu móvil, tu forma de vestir o elegir tus amistades...», explica Codina.
«La víctima de violencia machista -prosigue- es la última en asimilar lo que le está pasando, en darse cuenta de lo que le ocurre, mientras su entorno de amistades si que lo percibe, por tanto es importante que no rompan la relación con ella y que no permitan que se aisle».
De la voluntariedad a la acción
El director de este instituto público, Josep Lluís Peris, opina que la figura del coordinador de igualdad era muy necesaria institucionalizarla. «Los centros llevamos años trabajando la coeducación, la igualdad, la convivencia, pero dependía de la voluntariedad del profesorado y ahora ya no, pues el coordinador participa en la Comisión de Coordinación Pedagógica (Cocope) del centro y trabaja para que en todas las asignaturas y actividades esté presente la igualdad como un eje transversal».
Así, además del trabajo de concienciación de los alumnos, Codina también se encarga de incluir la perspectiva de género en las programaciones didácticas, ofreciendo a los docentes materiales para aumentar la visibilidad de la mujer en las diferentes asignaturas.
Entre las propuestas a desarrollar destacan sendos concursos literarios, uno de reescritura de cuentos tradicionales en términos igualitarios (Érase dos veces...) para 1º y 2º de ESO, y otro de desmitificación del amor romántico destinado a jóvenes de 4º de ESO. «Los chicos deben saber que el verdadero amor es aquel en que tu pareja te ayuda a crecer y no a hacerte sufrir con una relación tumultuosa y que los celos no son un signo de amor», concluye Codina.
