El vicesecretario general del área de acción social del PP, Javier Maroto, ha sido el protagonista esta tarde de la primera jornada de la convención valenciana de Nuevas Generaciones, que se celebra en Gandia. Maroto, uno de los nuevos valores del PP, ha participado en un acto con periodistas y ha defendido la justicia rápida como parte de la solución de la corrupción, para la que ha pedido "tolerancia cero". "La mejor manera de resolver la corrupción no es el 'y tú más'", ha sostenido también ante un auditorio compuesto por jóvenes del PP y los líderes del partido en la C. Valenciana, con Isabel Bonig, Eva Ortiz y Vicente Betoret en primera fila.

La declaración se produce días después de la última operación en la C. Valenciana, que ha tenido en el objetivo a otro representante popular, el exalcalde de Sagunt y diputado Alfredo Castelló. Preguntado por aquellos miembros del partido que abandonan el partido al ser investigados pero mantienen el acta de cargo público (caso de la senadora Rita Barberá o del diputado autonómico Miquel Domínguez), Maroto se ha mostrado partidario de abordar el debate de los aforamientos. En este caso, ha abogado por reducirlo en los diputados y posiblemente aumentarlo con los alcaldes, dadas las resoluciones que han de firmar diariamente por las que pueden ser encausados posteriormente.

Con respecto al debate de la financiación, ha dicho que está reconocida la mala situación de la C. Valenciana y ha animado a que el PP "debe liderar el debate de la solución de la financiación". Esta no pasa por una lucha por quietarse recursos entre territorios, sino por propiciar un mayor crecimiento general y "con más dinero en la bolsa, podremos hablar de cómo repartirlo, de otros porcentajes".

Maroto se ha mostrado confiado en que la cuestión de la gobernabilidad se resuelva en breve con la abstención del PSOE y ha rechazado que el PP tenga un problema de "soledad" con el argumento de que es el partido que más votos ha cosechado en dos elecciones consecutivas y ha llegado a acuerdos en algunos territorios. En el caso del Gobierno de España, la situación de crisis forzaba a usar la mayoría absoluta para adoptar decisiones difíciles, ha justificado.