La valenciana Patricia Huerta ha sido una de las afectadas por este retraso. Tanto ella como su pareja fueron a mitad de julio a hacerse la correspondiente analítica y firmar el consentimiento informado en el Centro de Transfusiones para hacerse donantes de médula ósea.

«En el Redmo te aconsejan que, de 30 a 45 días después, llames para asegurarte de que el registro ya está activo y que tu médula ya puede ser requerida por cualquier enfermo en todo el mundo. Yo he llamado a mitad de octubre, tres meses después, y me dijeron que todavía no estaba, que no aparecen y que ellos no pueden hacer nada», critica.

Patricia se movilizó después de que en junio le diagnosticaran leucemia a una amiga. «Me conciencié y, aunque no fuera para ella, quisimos donar, pero vas ¿y pasan cuatro meses hasta que está disponible? En ese tiempo muchos enfermos de leucemia ya han muerto. Es vergonzoso que no dispongan de más personal», añade. v. s. Valencia