El exconseller Rafael Blasco ha negado desde la prisión, en un escrito dirigido a Levante-EMV, haber utilizado «directa o indirectamente» el teléfono de Augusto César Tauroni para hacer transferencias en el centro penitenciario de Picassent, donde ambos cumplían condena hasta que el empresario fue trasladado a la cárcel de Albocàsser.

Blasco asegura a través de un burofax remitido a este periódico: «En relación con el titular "Sorprenden a Tauroni y Blasco haciendo transferencias con un móvil desde la cárcel", aparecido en la portada de sus ediciones escrita y digital del 23 de octubre, ha de señalarse que el contenido de las mismas es rotundamente falso, atribuyéndome una conducta delictiva, sin que exista información contrastada ni justificación alguna que lo permita, respecto a mi persona».

Condena por la misma causa

El siete veces conseller afirma que «el hecho de que se le atribuya, presuntamente, a otro interno la tenencia del móvil y uso del mismo, cuyo único vínculo conmigo era que ambos estamos cumpliendo condena por la misma causa y nos encontrábamos en el mismo módulo del establecimiento penitenciario, no justifica que se me atribuya una conducta ajena».

Y añade: «No he tenido que ver absolutamente nada con los hechos noticiables, ni directa ni indirectamente, no usando ningún teléfono movil, ni mucho menos haciendo transferencia alguna, pese a lo cual se me atribuye la conducta como propia, generando en el lector una percepción sesgada, incorrecta e injusta de la realidad, gravemente perjudicial de mi legítimo derecho al honor, sin justificación de ningún tipo y sin que siquiera las fuentes que se citan en la noticia me citen o atribuyan conducta alguna».

El también exportavoz del PP en las Corts incide en que quiere «hacer constar la falsedad de la noticia en lo que a mi persona respecta, siendo calumniosa y atentando gravemente contra mi honor y dignidad».

De esta manera, «ante tales manifestaciones que faltan a la verdad respecto a mi intervención en los hechos —apostilla, se exige la rectificación y corrección inmediata por parte del medio al que me dirijo, en el plazo de 24 horas».

El preso en el centro penitenciario de Picassent advierte asimismo en su escrito del posible ejercicio de «las correspondientes acciones judiciales».