El exalcalde de la Pobla de Farnals, Josep Vicent Sanchis, se ha dado de baja diciendo que «este no es mi PSOE». ¿Sigue siendo el suyo después de facilitar la investidura de Mariano Rajoy?
Claro que sí. Estamos viviendo la política como blanco o negro, pero incluso la vida es un espacio de grises. No sé si hemos tomado la mejor decisión, el tiempo lo dirá. Estoy de acuerdo con Antonio Hernando, quien en la investidura dijo que el PSOE ha tomado decisiones a lo largo de su historia que pueden parecer traiciones, pero después se han demostrado que son acertadas. Forma parte del ADN socialista.
¿El qué, las «traiciones»?
No son traiciones, son decisiones complejas que pueden parecer errores pero que a medio plazo el tiempo nos ha dado la razón. Como la de ahora. O la OTAN. Nadie entendería hoy que no estuviéramos en la OTAN. Creo que es la mejor posición que podíamos tomar actualmente. La gente nos decía que si no éramos capaces de desbloquear la situación. Ahora lo hemos hecho. Hemos antepuesto los intereses de la ciudadanía a los del partido.
¿Lo han hecho por el bien de España o del PSOE, para evitar unas terceras elecciones que les pueden dejar muy tocados?
Es intrínseco una cosa a la otra. Unas terceras elecciones nos hubieran dado una representación menor, con la consiguiente mayoría de derechas en el parlamento.
¿Le está costando mucho explicar su abstención?
Sinceramente, sí. En un partido democrático como el PSOE no ha habido el debate que correspondía. El «no es no» se impuso como dogma de fe, por eso cuando se ha decidido la abstención se ha entendido como una traición.
Usted era del «no es no».
Sí. Pero creo que en la política no hay dogmas de fe. Creo en los argumentos y la persuasión. Antes de cambiar de opinión estuve hablando con diferentes personas. Hablé también con el presidente Puig. Es una persona en la que confío, no solo personal, sino también políticamente. Es quien ha sido capaz de recuperar la Generalitat después de 20 años del PP. Me convencieron. De una manera argumentativa, llegué a la conclusión de que era la mejor opción. Por eso también debo asumir las consecuencias y dar la cara.
¿Se siente solo en esta ronda de dar la cara? ¿Cree que Puig dio y está dando a posteriori las explicaciones suficientes?
Tengo argumentos para defender lo que he hecho, porque estoy convencido de la decisión. Nunca me escondo y asumo las consecuencias. Estoy intentando que los militantes y electores conozcan estas razones. Supongo que a Ximo Puig le pasó como a mí, tenía dudas, por eso no habló antes. No sé en cuántos medios está saliendo, pero él no rehuye nunca una pregunta. Entiendo que estará explicándose en la medida en que el trabajo de presidente le deja.
Habla de consecuencias. Una de ellas ha sido que los socialistas de Oliva le declaren persona non grata.
Puedo llegar a entender el cabreo, pero todos tenemos que mesurar lo que hacemos. No es plato de buen gusto. Quiero mucho a este partido, llevo afiliado desde los 18 años, he pagado un alto coste personal. A veces echas de menos una llamada para poder explicarte.
¿Tendría que haberse consultado a la militancia?
No podemos pensar solo en la militancia a la hora de tomar decisiones. La militancia es fundamenta, pero somos un partido de electores. La consulta debe ser una cuestión tasada. No puede ser que consultemos solo cuando nos venga bien y cuando nos venga mal no hacerlo. La democracia directa tiene el peligro del caudillismo y populismo, lo que criticamos de Podemos.
