El caso de la menor de doce años fallecida por coma etílico esta semana en Madrid, pese a ser «excepcional y único» en España, ha puesto sobre la mesa un problema latente entre los jóvenes españoles y su relación con el alcohol. Estos últimos años se observa un cambio de patrón hacia un inicio de ingesta no progresivo, sino de golpe, y que se consolida en un consumo de atracón el fin de semana, el botellón, según apuntaron expertos, que piden alternativas de ocio saludables y sin coste para combatirlo.

Así, lo señalaron ayer los profesores de Psicología de la Universitat Católica de Valencia Ángel Turbi y Lourdes Alapont antes de participar en una jornada sobre los nuevos patrones de consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes en la que se analizó el aumento de la ingesta en edades cada vez más tempranas y los modelos de prevención y tratamiento.

Al respecto, el profesor Turbi explicó que la última encuesta del Plan Nacional contra las Drogas revela que el consumo de drogas en los estudiantes esta bajando y la edad de inicio se va incluso retrasando, se sitúa en los 13 y 14 años, lo que demuestra que las políticas públicas «están funcionando».

Sin embargo, el problema es que el patrón ha cambiado y la forma de inicio ya no es progresiva sino de golpe en «el botellón» lo que provoca «intoxicaciones etílicas». De este modo, hay menor porcentaje de bebedores pero la forma de consumo ha cambiado hacia un patrón compulsivo. «Es lo que se hace en el botellón, emborracharse por emborracharse», explicó. También ha cambiado el perfil de consumo entre adolescentes y por primera vez en España las chicas beben más que los chicos.

Asimismo, Turbi señaló que en el ocio juvenil «siempre ha estado presente el alcohol» porque la adolescencia es «el periodo de querer probar nuevas cosas, el querer ser como un adulto», pero puede convertirse en un problema si uno mismo no se pone límites.