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Agencia

De piso para diputados a sede del CNI valenciano

La futura sede de la agencia antifraude es un edificio de cuatro plantas y un ático con electrodomésticos sin desembalar que nadie ha ocupado en diez años

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Un pisito para el CNI valenciano

Adquirido por las Corts en los años del boom inmobiliario para que los parlamentarios procedentes de Alicante o Castelló pudieran quedarse a dormir en Valencia, el pisito de los diputados que acogerá la sede de la agencia contra la corrupción y el fraude de la Comunitat Valenciana es en realidad una finca de cuatro plantas y un bajo coronada por un ático con terraza que nadie ha usado, al menos oficialmente, en diez años.

Como en otras muchas cosas, los responsables de las Corts por aquellos años, Julio de España, quien negoció la compra, y Milagrosa Martínez, que firmó el acuerdo de compra, tampoco escatimaron en gastos. Compraron incluso en exceso. Levante-EMV lo comprobó ayer en el mismo inmueble.

En los cuatro pisos y el ático llaman la atención una docena de electrodomésticos sin desembalar. Envueltos en plásticos hay neveras, lavavajillas y lavadoras, que fueron ubicados en la cocina de cada planta, pero que nunca han tenido uso. No servirán de mucho a la agencia antifraude y las Corts ya estudian su donación.

Desde la fachada del número 6 de la calle Conde Trénor, junto a la popularmente conocida como Casa de los Caramelos, se accede a la planta baja. Más de un centenar de metros sin tabiques. En un rincón, tapada convenientemente, llama la atención una bandera europea, probablemente la que se retiró del hemiciclo hace años y que nadie ha devuelto a su ubicación. De hecho, en la cámara solo lucen la bandera española y la valenciana. Pero esa es otra historia.

En ese bajo es donde podrá ubicarse la agencia, que no necesitará ocupar todo el edificio, según el líder de Podemos, Antonio Montiel, que apadrina la creación de la futura oficina. Arriba esperan cuatro pisos con acceso directo desde el ascensor, de tres habitaciones con dos baños, ropero y un ático con terraza y vistas al jardín del Turia, las torres de Serranos, el museo San Pío V y, en la parte trasera, al ficus del jardín de les Corts.

Una docena de personas para abrir

Allí se instalará la sede de la agencia contra el fraude y la corrupción, una especie de servicio de Inteligencia valenciano con la misión de atajar futuros desmanes en la Administración, que estará controlado por Podemos, el socio externo del Consell valenciano. Una oficina adscrita a las Corts, sin control del ejecutivo, cuya actividad arrancará con una docena de personas y para la que se ha incluido en el presupuesto de las Corts „y no en el del Consell„ un presupuesto de 1,5 millones. Para instalar la agencia será necesario una reforma del inmueble, aunque aún no hay presupuesto para ello.

En el expediente de compra consta que las negociaciones para la adquisición comenzaron en pleno apogeo urbanístico, con precios disparados. A las Corts llegó a finales de 2005 una propuesta de venta del edificio y Hacienda cifró en 2,9 millones su valor, mientras la firma Tinsa ajustaba el precio a 2'8. Pero el propietario pidió cuatro millones, que la cámara consideró excesivos, aunque la presidencia de las Corts volvió a la carga poco después y Tinsa realizó una nueva valoración que elevaba el precio a 3,4 millones, 600.000 euros más en unas pocas semanas.

Finalmente se pactó un precio de 3,6 millones y la propietaria rebajó a 3.587.000 si la venta se concretaba antes de dos semanas. El acuerdo lo firmó el 13 de julio de 2007 Milagrosa Martínez, que aún no había cumplido su primer mes al frente de parlamento, pero ya había declarado públicamente que gestionaría como una ama de casa.

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