La población de ungulados, grandes mamíferos incluidos dentro del listado de especies cinegéticas, sigue aumentando en los montes de la Comunitat Valenciana, según el último inventario realizado por los agentes medioambientales y el servicio de Vida Silvestre de la dirección general de Medio Natural de la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

El crecimiento, según explica el informe técnico, es «impresionante» en el caso del corzo y algo menor, aunque continuado, para la cabra montés, mientras que la esperada «invasión» de especies importadas como el arruí, el muflón o el ciervo no se está produciendo en absoluto.

En 2001 y 2012 se realizó una «aproximación» a la distribución de los mamíferos cinegéticos. En junio de 2015, la conselleria volvió a movilizar a sus agentes -participaron 135- con una encuesta que incluía, entre otras, especies como el jabalí, el ciervo, gamo, corzo, cabra montés, muflón y arruí.

La prospección alcanzó al 85 % del territorio y pese a las salvedades provocadas por la distinta metodología y recursos empleados en los tres inventarios se deduce que las dos especies que más incrementan su distribución territorial «de forma constante» son los dos ungulados nativos que estuvieron, «o bien extinguidos», como en el caso del corzo, o «al borde de la desaparición», como ocurrió con la cabra montés, cuya expansión es reciente, a partir de los años 80. En apenas 30 años ha multiplicado por cinco su población.

«La expansión del corzo es impresionante mientras la cabra sigue una pauta más pausada de recuperación de su antiguo territorio, alcanzando ambas una distribución superior a la deducida en el siglo XIX a partir de los diccionarios geográficos de Miñano (1826-29) y Madoz (1845-50)», subraya la conselleria.

Por el contrario, las tres especies de ungulados «exóticos» como el gamo, el muflón o el arruí, «parecen estar estabilizadas, sin poder certificarse una expansión clara», añade el servicio de Vida Silvestre.

No existe acuerdo sobre las razones de esta contención, que podría deberse a «una falta de adaptación a nuestro medio, a su alta sensibilidad frente a la caza (gamo), o a la aplicación de las medidas de control que se han realizado sobre el arruí, considerado todavía como una especie invasora.

Incluir al lobo y al oso

Las cifras obtenidas en el inventario acreditan también que la Comunitat Valenciana está inmersa de lleno en un fenómeno común a todos los países europeos y desarrollados en los que hay una recuperación evidente de los grandes mamíferos, entre los que cabe incluir a los ya citados, así como el lince, el lobo o incluso los osos.

El abandono masivo de los habitantes de las áreas rurales en beneficio de las urbanas ha dejado un inmenso vacío que están recuperando estas especies. Sin embargo, es el nuevo modelo alimentario en el que ya no hay una vinculación directa del ciudadano con la producción agrícola o la caza el que ha rebajado la presión sobre estos grandes mamíferos, que aprovechan para expandirse en los hábitats en los que mejor se defienden.

Su abundancia está generando ya problemas por los daños que provoca a la agricultura en zonas del interior, los accidentes de tráfico, e inclusos sanitarios, con la recurrente aparición de plagas.

Expertos de la Conselleria de Medio Ambiente apuntan como inevitable la introducción de nuevos mecanismos de gestión en relación a estas especies.

Muflón

Se está expandiendo a partir de una primera reintroducción en la Muela de Cortes (1975). A partir de los 80 aumenta de nuevo su población con ayuda de un ejemplar que escapa del vallado de La Herrada (Requena). En Castelló hay un único caso en una finca vallada.

Ciervo

Aparece en el 13,5 % de las cuadrículas investigadas por los agentes medioambientales (la Comunitat Valenciana se divide en 320 cuadrículas UTM de 10 x 10 kilómetros, de las que se han prospectado 273 por los agentes). Está en clara expansión, tanto a partir de poblaciones procedentes de Teruel (Montes Universales) como de escapes de fincas valladas en Valencia y Alicante. Los ejemplares de Castelló corresponden a fincas valladas y a ejemplares divagantes.

Arruí

Está presente en el 9,9 % de las cuadrículas. La especie aparece bien consolidada en el norte de Alicante, con una población originada por escapes de vallados en los años 90 y que continúa en expansión habiendo entrado en la provincia de Valencia. También está presente en cotos cercados de la provincia de Valencia donde se introdujo en 1991, y desde los que se han constatado escapes. A pesar de que aparece en nuevas cuadrículas, no se ha encontrado en otras donde se detectó con anterioridad, por lo que no parece estar bien asentada en algunas zonas, según el informe de la conselleria.

Jabalí

La especie continúa su colonización del territorio de la Comunitat (71,3 % de cuadrículas con datos) a partir del inicio de su reaparición en Castelló en los años 40 del pasado siglo y en Valencia en los 60. En el último sondeo se han recogido por primera vez datos de la Vega Baja del Segura, única comarca para la que no se tenían datos de jabalí en el sondeo anterior.

Cabra montés

Está presente en 41,5 % de las cuadrículas con datos. Su expansión es reciente, a partir de los años 80. En Castelló, en 30 años, la distribución de la especie se habría multiplicado por cinco, ocupando la práctica totalidad de las zonas medias y altas de esta provincia. En Valencia se observa expansión en todas las direcciones, hacia el norte, pero sin contactar todavía claramente con el núcleo de Castelló, hacia el este en las pequeñas sierras que limitan con la plana litoral, y hacia el sur detectándose en la provincia de Alicante, donde se extinguió probablemente hace más de 100 años.

Gamo

Aparece en el 3,5 % de las cuadrículas. Está bien asentada en la Muela de Cortes, procedente del escape de un cercado en 1998. Está presente también en algunos cotos vallados y en libertad en pequeñas zonas del interior de Valencia y norte de Alicante, sin mostrar un comportamiento expansivo.

Corzo

Aparece en el 24,1 % de las cuadrículas con datos. Es la especie de presencia más reciente y la que ha experimentado la mayor expansión, estimándose que ha multiplicado por 10 su distribución desde 2001. El corzo reaparece en los años 90 en el Rincón de Ademuz y en Els Ports a partir de su expansión desde Teruel. En la actualidad se distribuye por la práctica totalidad de la provincia de Castelló, excepto los llanos litorales, y todo el cuadrante noroccidental del de la provincia de Valencia, con claros indicios de seguir en expansión para recuperar de forma rápida su antigua distribución.