Texas es el segundo Estado más importante en cuanto a número de delegados y es inagotablemente republicano. Ni el polémico Trump ha conseguido que eso cambie, tal vez gracias a la campaña que ha diseñado su propio partido, que ha consistido en esconderlo lo máximo posible, ya que tampoco se ha granjeado la simpatía de los suyos.

Así lo explica a Levante-EMV Álvaro Ortuño, un joven valenciano de 30 años que ha trabajado como consultor político en varias campañas electorales, entre las últimas, la del republicano Mitt Romney. Vivirá la noche electoral como asesor externo del partido conservador desde la sede (cuartel general, como lo llaman en EE UU) de Austin, Texas. «No se esperan grandes sorpresas. Texas seguirá siendo republicana, pero lo interesante será ver cómo se adaptan los líderes republicanos a Trump. Porque el candidato entusiasma a los votantes, pero no a los jefes», señala el director de una importante consultora valenciana.

Ortuño, que ya tiene unas cuantas campañas electorales en su haber, define esta como «una de las peores de los últimos 20 años». Sin paliativos. «Los dos candidatos han dañado seriamente la democracia. No solo la de EE UU. Es un fenómeno que se va a extender por otros países y ya se está viendo en España», relata el experto.

Define el momento actual como «anomalía democrática». «No es normal que en España hayamos estado un año sin gobierno y se hayan repetido las elecciones y no haya pasado nada. Hay mucha frustración hacia el sistema democrático e irá en aumento», augura Ortuño. Respecto a los comicios estadounidenses, «han ganado los que perdieron», asegura. «Bernie Sanders y Jeff Bush han salido reforzados; los dos que quedan representan un nivel muy bajo», zanja el consultor.

Otro de los valencianos en EE UU que ayer vivió las elecciones es Pepe Borrás. Con 28 años, lleva año y medio trabajando en Nueva York, en una ONG. «He acompañado a mis compañeros de piso a votar en Brooklyn y ha sido muy curioso conocer su sistema: las papeletas enormes, la ausencia de urnas (se registra el voto en máquinas)...». «Como ciudadano global, espero que gane Hillary Clinton. Las políticas de Trump pueden afectar a todo el mundo, no solo a los estadounidenses o los inmigrantes que viven aquí», apunta.

En este sentido, Guille González, ingeniero de telecomunicaciones de Benidorm residente al sur de California, ostenta las mismas esperanzas. «No me gustaría ver a Trump de presidente. No será agradable ver la persecución que vivirán las personas sin papeles», lamenta. «Es como un Berlusconi a la americana», añade.