Las heridas abiertas en el PSPV tras la decisión del comité federal de permitir con la abstención la investidura de Mariano Rajoy están lejos de cicatrizarse. Los últimos en manifestarse han sido los dirigentes del PSPV de la Ribera Baixa, que exigen la pronta convocatoria de un congreso federal que permita elegir un secretario general. Incluso se muestran dispuestos a contribuir al pago de las multas que se impongan a los diputados que se saltaron la disciplina interna para votar contra Rajoy en el Congreso.

Solicitan a la actual gestora del PSOE que no imponga las sanciones económicas a los diputados que incumplieron las órdenes del partido. Y en caso de aplicarse, se ofrecen a costear parte de los 600 euros que correspondan.

La comisión ejecutiva de los socialistas de la Ribera Baixa acordó asimismo el pasado martes mostrar su «desacuerdo y profundo malestar» con la decisión de abstenerse en la investidura.

Mientras, el líder del PSPV, Ximo Puig. insistió ayer en que toca reflexionar antes que convocar el cogreso y restó importancia al choque de posturas con la dirección provincial de Valencia.

«No es un problema de los progresistas españoles, es un problema de las ideas de progreso, que están en crisis», dijo.

Mata pide acelerar el proceso

Por su parte, el portavoz del PSPV en las Corts, Manolo Mata, abogó ayer por «acelerar» la celebración del congreso federal, pero una vez «haya ideas y dirigentes capaces de encaminar el procedimiento que venga». «No soy de congreso exprés, pero sí de plazos lo más cortos posibles», dijo.