Más del 60% del litoral situado en la primera franja de 500 metros sería «irrecuperable» y quedaría como suelo «sellado», cubierto de cemento, edificios o asfalto si la Generalitat Valenciana no logra sacar adelante y aplicar el Plan de Acción territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel).
Casi la mitad de los ayuntamientos situados en la costa están revisando ahora mismo sus planes urbanísticos, lo que inicialmente representa una «ventaja», según fuentes de la Conselleria de Vivienda, Territorio y Ordenación Territorial, siempre que ajusten al Pativel esta normativa en proceso de elaboración.
La conselleria ha estudiado los distintos escenarios posibles y asegura que si no se aplica el Pativel y se desarrollan todos los sectores que están ahora en tramitación, el 60% del suelo en los primeros 500 metros de costa quedaría sellado y, en cierto modo, irrecuperable.
Cabe recordar que en la actualidad el suelo sellado en esta franja del territorio asciende al 37,29%, con 10.510 hectáreas de un total de 28.183, mientras que la franja actualmente protegida representa el 31,59%, con 8.904 hectáreas. Este aparente equilibrio se rompería definitivamente del lado de los intereses del ladrillo y en perjuicio del paisaje y el turismo «más rentable y de calidad», según las fuentes, si se desarrollan las 5.619 hectáreas previstas, un 19,94% del total de suelo considerado.
En la franja de los 2.000 metros la situación se resume en la existencia de 23.669 hectáreas de suelo sellado (25,67 %), con posibilidades legales de ampliarlas en 15.438 hectáreas más si se desarrollan los planes urbanísticos aprobados o en via de serlo, en contraste con una importante superficie protegida (el 28,72%, con más de 26.400 hectáreas).
El director general de Urbanismo, Lluís Ferrando asegura, citando el Pativel, que la posibilidad de revertir el planeamiento urbanístico se aplicará «de manera muy selectiva en aquellos sectores que se sujeten a estos tres criterios: que se trate de espacios libres situados en la franja de 500 metros, seleccionando aquellos sectores que sean relevantes dentro de la infraestructura Verde Regional» y teniendo «muy en cuenta» el «margen de maniobra» para evitar tener que asumir indemnizaciones millonarias.
Sin embargo, incluso para estos espacios, el documento se guarda un as en la manga al contemplar «directrices de integración paisajística» cuando no haya posibilidad de revertir el sector.
La prioridad, según el documento, se centra en veinte áreas en las que se han identificado «situaciones de conflicto» con sectores urbanísticos que se desarrollan en cordón hacia suelos «abiertos al mar» o «ventanas».
El Pativel concentra sus esfuerzos de salvaguarda en estos espacios o paisajes y propone, para aquellos municipios donde ya existan suelos urbanos consolidados, un crecimiento al «trasdós», hacia el interior, aunque ajustados a las directrices de la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana, de obligado cumplimiento y que requiere justificar la necesidad de estos crecimientos previstos en planeamiento municipal o tramitados antes de la entrada en vigor del Pativel.
