La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, participará en el XVIII Congreso Nacional del Partido Popular, pero no tendrá un papel de especial protagonismo. Tras el fiasco de haberse quedado sin ministro valenciano en el Gobierno y, de momento, sin representantes en el segundo escalón de la Administración, tampoco en el cónclave nacional habrá poder valenciano y ello, a pesar, de que la organización valenciana será sin duda una de las más nutridas.

Bonig integrará la comisión de cinco personas encargada de elaborar la ponencia social en un evento político que tendrá lugar en Madrid los días 10,11 y 12 de febrero y que supone el pistoletazo de salida para los congresos regionales.

La ponencia social será coordinada por el vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, con el que la cúpula valenciana mantiene una estrecha relación. Bonig trabajará codo con codo además con el dirigente extremeño, Juan Antonio Monago; el presidente del PP de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.

Génova ha repartido juego entre todos los responsables autonómicos, si bien ha destacado sobre todo a la senadora y presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quien tendrá la responsabilidad de la organización del congreso, y a la máxima representante de la comunidad madrileña, Cristina Cifuentes, que presidirá el evento.

La ponencia más importante, la política y de estatutos, será coordinada por Fernando Martínez Maillo y entre los integrantes está la catalana Alicia Sánchez Camacho, entre otros. Es la primera vez que ambas áreas (política y normas internas) se juntan, lo que le otorga más relevancia aún. Sobre el tapete tendrá cuestiones claves para el PPCV, como son un cambio normativo para incluir fórmulas de participación interna.

Hay otras tres ponencias: la económica y de administración territorial „en la que está el presidente gallego„, la de educación y la de Europa.

Sin fecha para el congreso local

Por otro lado, los populares valencianos siguen sin fecha para su congreso. Ayer, durante la reunión de la junta directiva nacional, sólo se desveló algo que estaba dentro de la lógica. Los regionales se celebrarán después del nacional en el transcurso de los dos meses siguientes y en todo caso, la idea es que todos hayan finalizado antes de Semana Santa. La pelea. pues, sigue donde estaba.

Después del fiasco de no haber podido celebrar un congreso extraordinario, Bonig aprieta a Génova para que al menos el valenciano sea de los primeros en celebrarse y, por su puesto, que Rajoy acuda a la clausura. Fuentes del PPCV indicaron ayer que están confiados en que el cónclave para elegir la nueva directiva sea de los primeros en celebrarse en toda España.

Los retos de Bonig

En espera de que la fecha quede marcada en el calendario, Bonig tiene dos retos por delante. El primero tiene que ver con el papel que Génova le ha asignado: la ponencia social que coordina Maroto. Aunque no es la de mayor peso, Bonig tratará de sacar partido a los temas sociales, sobre todo contraponiendo las políticas de la izquierda a las del PP. La dirigente popular suele utilizar este asunto en sus discursos ya que mantiene que la política social no es patrimonio de la izquierda. Será su oportunidad de plasmar sus ideas.

El segundo reto es conformar la delegación valenciana que acudirá al cónclave nacional. El PPCV todavía no ha hecho cuentas, pero, sin duda, su comitiva será importante ya que se calcula en función del número de afiliados y de votos. El PPCV lleva tiempo manifestando su compromiso con procesos tales como las primarias y la limitación de mandatos. Está por ver si plasmarán estas propuestas en alegaciones concretas a la ponencia política y de estatutos.