"Los asteroides catalogados como ´potencialmente peligrosos´ suponen una de las mayores amenazas que acechan a nuestro planeta, porque estos asteroides no ´llaman a la puerta´. En estos momentos podría dirigirse uno hacia la Tierra poniendo en riesgo una región entera", aseguró Amadeo Aznar Macías en la Fundación Cañada Blanch. Economista de profesión, está considerado como uno de los astrónomos aficionados de más prestigio de nuestro país y colabora con observatorios de gran reputación de todo el mundo. Dirige el Observatorio Isaac Aznar, enclavado en el Centro Astronómico del Alto Turia. Este centro astronómico, ubicado en el municipio de Aras de los Olmos, es uno de pioneros en la Comunitat Valenciana. El Isaac Aznar es el primer observatorio astronómico por control remoto en la Comunidad Valenciana, y Amadeo Aznar lo dirige desde su domicilio de Puçol para estudiar asteroides peligrosos.

"Asteroides: pasado, presente y futuro" fue el tema que el astrónomo valenciano desarrolló dentro del séptimo ciclo "ConecTalks" de divulgación científica que dirige el catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València, Vicent Martínez, y en el que colabora el Institut de Ciències Físico-naturals de la Institució Alfons el Magnànim. El ciclo forma parte del programa de actividades de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia establecida entre la Fundación Cañada Blanch y la Universitat de València.

Del primer descubrimiento a la nueva tecnología

Durante su intervención, Aznar realizó un viaje en el tiempo, desde el descubrimiento del primer asteroide en 1801 hasta las más recientes detecciones, utilizando como eje temporal la evolución de la tecnología empleada para la localización y análisis de estos objetos espaciales. Expuso las diferencias entre asteroides, meteoritos, cometas y estrellas fugaces, detalló los primeros descubrimientos de asteroides y la metodología aplicada y presentó las diferentes tipologías de los mismos. A partir de ahí explicó cómo los avances tecnológicos han contribuido a la mejora en la detección y análisis de los asteroides. Avances tales como las cámaras CCD, los espectrógrafos, los radiotelescopios o el desarrollo de la informática han contribuido a un mejor conocimiento del Sistema Solar y en particular de los asteroides.

Aznar destacó la relevancia del espectroscopio, un aparato que, aunque inventado por Isaac Newton, no comenzó a utilizarse de forma sistemática y rigurosa con resultados científicos de precisión hasta finales del siglo XIX, cuando se da un vuelco en el conocimiento de los asteroides, contribuyendo al nacimiento de la Astrofísica. "Gracias al espectroscopio somos capaces de conocer algunas propiedades físicas de los asteroides como su composición y determinar por tanto la densidad de los mismos" señaló.

La construcción de los grandes observatorios

También destacó el papel de las cámaras CCD o los dispositivos electromagnéticos en el análisis de la luz que reflejan los asteroides, ya que su brillo es fundamental para conocer parámetros como el tamaño, el volumen o la composición. "Las mediciones se realizaban antes a simple vista y, por tanto, la componente subjetiva de cada investigador era importante porque condicionaba el resultado, pero con la invención de los sensores fotoeléctricos y posteriormente de las cámaras CCD, que utilizan fotosensores más desarrollados tecnológicamente, las mediciones se objetivizaron", resaltó Amadeo Aznar.

La decisión de los Estados Unidos de realizar grandes inversiones con la construcción de los grandes observatorios "survey´s", dedicados exclusivamente a rastrear el Sistema Solar para detectar asteroides supuso, explicó Aznar, una revolución en el estudio de los asteroides debido a la gran la cantidad de los descubrimientos.

Las sondas espaciales sofistican las búsquedas

A partir de ese momento, la tasa de descubrimientos de asteroides aumenta exponencialmente, no solo en el número sino también en las características, ya que se consigue detectar asteroides de menor volumen. "Si hasta entonces se descubrían asteroides de varios kilómetros de tamaño, -afirmó el astrónomo valenciano- a partir de ahí se detectan asteroides más pequeños, de pocos cientos de metros de longitud e incluso más pequeños, que entrañan un riesgo para la Tierra porque en ocasiones se detectan pocas horas antes de la máxima aproximación a nuestro planeta, viajando a velocidades extremadamente altas".

La etapa de mayor sofisticación en la búsqueda de asteroides se produce con la utilización de sondas espaciales, "que nos permite aproximarnos hasta las inmediaciones de los asteroides, incluso posarse encima y regresar a la Tierra con muestras de material, como la nave Osiris-Rex que partió en septiembre de este año para situarse sobre el asteroide Bennu. El encuentro se producirá en 2018.", relató Aznar, quien añadió que la información que facilitan las sondas "nos proporcionan tal cantidad de información que nos ocupará varios años analizarla toda".

El peligro de una colisión inminente

Tras el análisis de la tecnología, Amadeo Aznar abordó las distintas categorías de los asteroides en función del volumen de luz solar que reflejan, su tamaño, su composición o sus órbitas. Pese a que la inmensa mayoría de los asteroides conocidos se encuentran en una región del Sistema Solar denominada cinturón principal, entre las órbitas de Marte y Júpiter, hay una categoría de asteroides considerados peligrosos, que son los denominados NEA, (acrónimo inglés de Near Earth Asteroids) cuyas órbitas no siguen la misma trayectoria que el resto de asteroides. En su órbita, estos cuerpos podrían pasar cerca de la Tierra o incluso cruzarse con nuestra órbita, aumentando el riesgo de colisión. Estos son conocidos como potencialmente peligrosos y para Aznar "son uno de los mayores riesgos que amenazan la Tierra, ya que el impacto de uno de pocas decenas de metros podría tener un efecto devastador a nivel local o provocar un maremoto".

Así, relató cómo hace diez años nació el proyecto Euronear para aumentar la contribución de Europa al estudio de los NEA. Este proyecto, liderado por Ovidio Vaduvescu del Isaac Newton Group y el Instituto Astrofísico de Canarias y Mirel Birlan del Instituto de Mecánica Celeste y Cálculo de Efemérides de Paris, realiza un análisis integral de estos cuerpos a partir de astrometría, fotometría y espectroscopía. Amadeo Aznar, que participa en este proyecto, destacó que "no solo la detección sino la caracterización de estos objetos peligrosos es fundamental para conocer su naturaleza o para prever las consecuencias de un posible impacto o incluso preparar acciones de contingencia".

El valor científico de los asteroides binarios

El astrónomo valenciano se refirió, por otra parte, a otra de las familias de asteroides, los binarios, "que no son tan populares ni atraen tanto la atención de los medios de comunicación como los considerados peligrosos, pero que tienen un valor científico importante". Al viajar en pareja, afirmó Aznar, los asteroides binarios permiten analizar la relación gravitacional entre ambos cuerpos. Su estudio ofrece datos acerca de la masa y la densidad de los materiales que los forman. "Son objetos muy curiosos -señaló- que aportan mucha información de cara a conocer con más detalles las diferentes etapas de formación del Sistema Solar, cuál es la naturaleza de los materiales que los formaron, o profundizar en el proceso de acreción de los materiales durante las fases de formación del Sistema Solar".

Amadeo Aznar es experto en la investigación de estos asteroides binarios y participa en un programa de detección y análisis de Instituto Astronómico de la Academia de Ciencias de la República Checa. Su participación se basa en la toma de datos desde su observatorio para su posterior análisis y cálculo de las propiedades de objetos como el tamaño de ambos cuerpos o el periodo orbital, entre otros. Estos resultados son remitidos a la dirección del proyecto, donde se agrupan las medidas realizadas por los diferentes observatorios y se procesan de manera conjunta. "A partir de estos análisis conjuntos-resaltó- se obtienen conclusiones con un nivel de significatividad suficiente como para tener alto valor científico". Hasta el momento, Aznar ha descubierto varios asteroides binarios y cuenta con otros objetos candidatos a serlo.

La sofisticación de los equipos de observación

Amadeo Aznar concluyó su exposición destacando que "los avances informáticos han sido fundamentales para el desarrollo de los estudios de los asteroides". Puso como ejemplo el software Precovery, desarrollado dentro del proyecto Euronear, que ha permitido analizar 70.000 imágenes procedentes del observatorio Subaru de Hawái de 8,2 metros tomadas entre 1999 y 2013, así como 13.000 placas e imágenes del Observatorio de Bucarest tomadas entre 1930 y 2005. Gracias a este trabajo ha sido posible detectar 113 NEA´s extremadamente tenues, 18 de los cuales nunca habían sido detectados anteriormente. Este es el modo en el que Aznar opera su observatorio por control remoto, además de colaborar con algunas de las revistas más prestigiosas de Astronomía y divulgación científica.

Los progresos informáticos también han ayudado a la sofisticación de los equipos de observación, facilitando el trabajo diario. "Ya es posible programar el telescopio para que ejecute rutinas de trabajo de manera autónoma durante toda la noche, sin necesidad de estar a los manos del observatorio. Cuando amanece el observatorio se cierra automáticamente y no queda más que esperar a la noche siguiente". El resto del tiempo se dedica al análisis de datos, al contraste de resultados y a la planificación.