Los gestores autorizados de los residuos de construcción han pedido la colaboración ciudadana para atajar el vertido de escombros y espolear a la administración para que aplique y vigile el cumplimiento de la legislación, evitando así la competencia desleal y graves problemas medioambientales.

Con este objetivo, la Asociación de Empresarios de Residuos de la Construcción (ARCI) ha puesto en marcha un «vertedero virtual», alojado en la página web de la asociación, que permite conocer el alcance y dimensión de los depósitos de vertederos en la Comunitat Valenciana y canalizar las denuncias ciudadanas sobre estas escombreras.

La herramienta digital permite a los ciudadanos enviar fotos y la ubicación de zonas de acumulación de escombros. Los datos serán incorporados al portal «para poner sobre un mapa las consecuencias de la falta de aplicación y control por parte de las autoridades del Real Decreto 105/2008 que regula la producción y gestión de este tipo de residuos.

Según ARCI, hay «millones» de toneladas de escombros acumuladas en depósitos irregulares diseminados debido a una clandestina eliminación de residuos procedentes, dicen, «de edificaciones de nueva planta, de la demolición de inmuebles antiguos y de pequeñas obras».

«Una situación descontrolada que acarrea un impacto negativo económico, medioambiental y de salubridad», asegura el portavoz de ARCI, Vicente Ferrer.

Según datos de la asociación , las plantas legalizadas de valoración y reciclaje de los residuos de construcción de Valencia solo alcanzan a gestionar unas 215.000 toneladas, lo que apenas representa un 20% de la producción estimada.

El «mapa» de la vergüenza

El «vertedero virtual» ya recoge la existencia de más de 40 «puntos calientes» en la provincia de Valencia. Destacan las cerca de 5.000 toneladas de escombros situadas en los accesos del AVE y Euromed a Valencia en los barrios de Malilla, la Creu Coberta, la Fonteta de Sant Lluís y La Punta.

Otros vertederos, visibles incluso desde herramientas como Google Earth, se localizan en Torrent, Picassent o Quart de Poblet, donde se han detectado depósitos de materiales peligrosos como el fibrocemento utilizado en tuberías y tejados y que contiene amianto en su composición.