Desde el pasado curso una menor de 14 años sufrió en silencio el acoso de cuatro compañeros de clase en un colegio de Alicante y una crisis de ansiedad padecida en el colegio acabó destapando este caso de «bullying». Su padres la cambiaron de centro escolar pero los insultos y vejaciones continuaron en la puerta del domicilio familiar de la víctima. Tras sufrir la crisis de ansiedad en septiembre los padres optaron por cambiarla de centro y al revisar posteriormente el teléfono de su hija descubrieron el verdadero motivo de su estado de salud. La pediatra que atendió a la menor les alertó del problema y de que era un delito.

Los padres acudieron a denunciar los hechos y agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial detuvieron los pasados días 9 y 10 de este mes a cuatro menores de 14 años -tres chicas y un chico- como presuntos autores de un delito contra la integridad moral. Tras tomarles declaración y dejarlos en libertad la Policía Nacional ha remitido las diligencias a la Fiscalía de Menores de Alicante.

Los cuatro implicados en el acoso están acusados de maltratar psicológica y verbalmente a la víctima tanto en el aula como fuera del colegio, hasta el punto de acudir a la puerta de su domicilio para continuar con el «bullying» una vez se cambió de colegios. Sus padres le bloquearon las redes sociales y el wasap de los acosadores.

Según informó ayer la Policía Nacional, la menor víctima del acoso no quería ir al colegio y poco después de iniciarse este año el curso sus padres decidieron cambiarla de centro a raíz del ataque de ansiedad sufrido en el colegio.

La menor fue objeto de «ciberbullying» a través de mensajes de wasap en su teléfono móvil y de un perfil falso en Instagram, una conocida red social para compartir fotografías que utilizan mucho los jóvenes. Los padres denunciaron a la Policía que su hija recibía numerosos mensajes donde la insultaban y vejaban, comunicaciones que atentaban directamente contra su integridad moral. Los acosadores se mofaron asimismo de su víctima a través del perfil falso en una red social, donde ocultaban su verdadera identidad.

El acoso se inició el pasado curso y tras el verano se incrementó, lo que pudo ser el detonante del ataque de ansiedad sufrido en el colegio por la menor, que tuvo que recibir asistencia al no poder respirar con normalidad.

«La niña no se encuentra bien»

Una portavoz de la Policía Nacional de Alicante, Marta García, explicó ayer en rueda de prensa que la menor no dijo nada de las «humillaciones, instigaciones e insultos» porque normalmente las víctimas de acoso escolar sufren la situación en silencio. «El niño -indicó Marta García-asume que se merece el maltrato de sus compañeros y esto no podemos permitirlo como padres, como educadores ni como Policía».

Marta García, una de las policías, señaló que la menor acosada no se encuentra bien pero destacó que «el primer paso es evidenciar el problema y una vez que se exterioriza hay soluciones, pero lo que no se puede hacer es victimizarla».