­Los partidos políticos insisten en la necesidad de derogar la ley que implantó el copago farmacéutico en 2012. Ayer reaccionaron al caso de Amparo Gil, una mujer de 45 años que explicó a Levante-EMV que debe asumir el copago de sus fármacos por trabajar tres horas semanales por las que cobra, como mucho, 70 euros al mes. Al no constar como desempleada, pierde el derecho a la exención de pago, a pesar de que su sueldo es inferior al coste de sus medicamentos.

Joan Baldoví, diputado de Compromís, anunció ayer que «esta semana o la siguiente» presentará en el Congreso una iniciativa parlamentaria «para que se tenga en cuenta la situación personal y económica en cada caso, aunque haya un contrato de trabajo». Para el diputado, lo que ocurre es «kafkiano», por lo que pide que la ley «deje de tener vigencia». La iniciativa de Compromís se enmarcará, según apunta Baldoví «en coherencia» con las actuaciones del gobierno del Botànic, «que intenta paliar un poco las injusticias de esta ley», aseguró. Asimismo, ve «posible» cambiar la norma y añade que «veremos cual es la verdadera voluntad de los otros partidos políticos».

Baldoví también critica que algunos puestos de trabajo «no permiten ni siquiera comprar medicamentos», y afirma que además de pobreza energética, habría que hablar de «pobreza sanitaria».

En la misma línea se manifestó la diputada de Podemos, Àngela Ballester. «Esto muestra cómo España ha cambiado a peor», aseguró ayer. «Mucha gente trabaja pero no deja de ser pobre, y eso es resultado de la crisis y de dos reformas laborales que precarizan el empleo», apunta. Asegura que el sistema de protección social se ideó «pensando que quienes tienen salario no son pobres», pero ya no es siempre así.

Por ello, desde Podemos piden revertir el copago farmacéutico; que el Consell amplie la cobertura -como ha hecho con jubilados con rentas bajas y discapacitados-; y «tomar medidas contra la precarización del trabajo». Además, también hoy propondrán en el Congreso un aumento del Salario Mínimo Interprofesional.

Desde el PSOE, animan a ir más allá de ayudas puntuales y son partidarios de un Pacto de Estado contra la pobreza, que garantice unos ingresos mínimos suficientes para sufragar los pagos básicos (luz, agua, sanidad...). Sería un ingreso mínimo vital, una especie de pensión no contributiva dentro de la Seguridad Social, explican. Consideran que es una ley «totalmente injusta» y recuerdan que las Corts ya han solicitado varias veces su derogación. Por ejemplo, en el Debate del Estado de la Comunitat, a petición de Podemos.

En Ciudadanos califican el copago de injusticia y una afrenta «contra la gente más débil». «Lo normal» sería «que se revise o se retire». «No tiene ni pies ni cabeza», apunta el diputado en las Corts Alberto García, por lo que desde C´s forzarán al gobierno a «reorientar y reconsiderar» la ley. Creen que esta es una de las «muchas cosas» que se tienen que replantear, entre ellas, que las cuidadoras no profesionales recuperen su cotización a la Seguridad Social. Mientras, desde el PPCV no se facilitó su posición.