El secretario general del PSPV, Ximo Puig, aseguró ayer que no sabe «a qué viene» el exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez el próximo sábado a Xirivella y Sueca, pero le parece bien porque esta es una «tierra de acogida».

Puig marcó distancias así con la visita anunciada el pasado sábado del exlíder socialista, que será la primera aparición pública tras su renuncia al acta de diputado. El jefe del Consell dimitió de la ejecutiva federal del PSOE para forzar la salida de Ferraz de Sánchez.

«Cada uno es libre de hacer lo que considere mejor para él o para su partido, no tengo nada más que decir», agregó el presidente de la Generalitat tras un acto en Mislata.

Lo que se sabe hasta la fecha de la anunciada visita es que no se planean mítines ni grandes actos en torno a Sánchez, aunque la expectación levantada es máxima. El acto de Xirivella será a las 12.00 en el auditorio local y está planteado como un encuentro «sencillo» sobre el futuro de la socialdemocracia entre varios ponentes „entre ellos, el exlíder„ y con voz de la ciudadanía, explicó el alcalde, Michel Montaner, a Levante-EMV.

Posteriormente, Sánchez visitará la agrupación de Sueca con motivo de su centenario. En principio, será un acto breve.

El aspirante a reconquistar el poder socialista no quiere lanzarse a una campaña intensa por el territorio hasta que se convoquen las primarias.

Puig dijo ayer, por su parte, sobre las peticiones en el seno del PSOE para la celebración de un congreso: «Cada uno tiene derecho a pedir lo que crea que corresponda. Soy partidario de la libertad de expresión». «Un partido no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para mejorar la sociedad», agregó Puig, quien afirmó que será líder del PSPV «hasta que los militantes lo decidan».