Familiares y amigos de la exalcaldesa de Valencia y senadora, Rita Barberá, así como numerosos dirigentes del PP han asistido este miércoles a la misma celebrada en la Catedral de Valencia por "el eterno descanso" de Barberá, que ha fallecido esta mañana por un infarto.

Gran cantidad de público ha llenado la Seo durante la misa y rosario por el eterno descanso de la exprimera edil, un acto que ha presidido el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Según fuentes del Arzobispado, se han congregado más de 2.000 personas --unas 1.500 sentadas en los bancos de la iglesia y las sillas habilitadas para la ocasión y más de 500 de pie--, que han llenado por completo los laterales del templo.

Entre los asistentes, se ha visto a las hermanas y sobrinos de la exalcaldesa, además de cargos del PP como el expresidente de la Generalitat Francisco Camps; el exconseller y expresidente de las Corts Juan Cotino; y a concejales excompañeros de Rita Barberá como Alfonso Novo o Miquel Domínguez. También ha asistido Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno.

Tras varios cánticos religiosos, el cardenal Cañizares ha arrancado la misa pidiendo que Barberá "sea conducida a la patria verdadera y goce de la alegría eterna" como "honra de su memoria y corazón". También ha asegurado que la exalcaldesa "ha vencido todo odio" y ha reclamado que "sea llevada al juicio de Dios, el único verdadero y justo" y "se enfrente a la tribuna divina que no juzga como los hombres".

"Estamos cansados y agobiados de este mundo que condena a las personas", ha manifestado, para insistir en su discurso en el "gran reto de la sociedad española" de "no banalizar la muerte, y más aún de quienes deben ser un ejemplo como los cargos públicos".

Cañizares ha reivindicado que "así no podemos seguir" por lo que ve como "caminos ciegos sin misericordia". Por ello, ha pedido "que la muerte de Rita Barberá dé sus frutos, una vez perdonados sus pecados" mediante "cambios urgentes en la sociedad".

En este sentido, el purpurado ha subrayado que "ninguno es inmune al sufrimiento que atravesó nuestra hermana" y ha lamentado "cuánto sufrimiento provoca la traición y el abandono; el rencor, la envidia, los celos o la rabia". "Dios no permanece distante ante estos dramas", ha recalcado.

"Supo enjugarse las lágrimas"

Antonio Cañizares ha asegurado que la exprimera edil "supo enjugarse las lágrimas con discreción y valentía" y "ofreció su bondad a raudales", todo "aun habiendo atravesado duras pruebas". "Fue una gran persona, alcaldesa y cristiana de una pieza", ha ilustrado, porque piensa que "la fe le animó y le dio coraje" como "una mujer profundamente creyente e hija muy fiel de la Iglesia".

Como responsable del Gobierno local de Valencia, ha incidido en que "Rita Barberá fue una gran servidora de todos" y que "sus obras fueron para los valencianos: Se desvivió por ellos", por lo que ha recordado especialmente su "servicio, entrega y búsqueda del amor para el pueblo".

Por todo ello, el cardenal ha lamentado una muerte "inesperada" que cree que deja una ciudadanía "desconcertada y abatida" y ha rogado "esperanza por su alma". "Valencia no sería la que es sino fuera por ella", ha remachado al final de la misa, tras lo que ha transmitido a su familia y amigos el pésame de los miembros de la Conferencia Episcopal. El acto ha concluido con la tradicional eucaristía y un rosario también dirigido a Barberá.

Camps lamenta su "pérdida irreparable"

A su entrada a la Seo, el expresidente Francisco Camps ha asegurado sentirse "anímicamente muy mal" ante una pérdida "irreparable" por la muerte de Barberá como "persona, compañera y amiga, además de como mujer extraordinaria y valenciana única". "Imagínense cómo estoy", ha aseverado.

Camps ha subrayado que ahora le toca "rezar y recordar tantas cosas" que ha podido durante estos años "compartir y vivir con ella", y cree que es algo que le corresponde tanto a él como a "sus conciudadanos". "Porque estoy convencido de que la huella que deja es inmensa en el corazón de todos los valencianos y también de todos los españoles", ha manifestado.

Por ello, ha reiterado que no le queda otra expresión para definir su estado de ánimo que la de "profundísima tristeza" y ha expresado que le ha "embargado ahora y durante todo el día", desde que conoció la noticia a primera hora de la mañana.

"Ha muerto de ansiedad, estrés y depresión"

Junto al exjefe del Consell ha entrado a la misa en memoria de Barberá el dirigente del PP e hijo del que fuera primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez Illana, que ha coincidido en sentirse "fundamentalmente apenado" por "una tristeza enorme como amigo y como compañero de partido".

Seguidamente, ha subrayado que "todos debemos muchísimo a Rita Barberá" y ha pedido "rezar por ella y acompañar a su familia". "En la medida de mis posibilidades, (vengo) a reparar todo el daño que se ha hecho a una gran mujer", ha remarcado.

Sobre si cree que a la exalcaldesa le ha hecho mella estar fuera del PP, el 'popular' ha asegurado que Barberá "ha muerto de tristeza, ansiedad, estrés y depresión", porque piensa que le ha supuesto "un tremendo golpe tener que abandonar el partido y ver cómo algunos compañeros (del PP) se han portado con ella".