En el Tochar, una explotación cinegética que el monarca Juan Carlos I visitó en ocasiones, las vallas llegan hasta la orilla del río Cabriel. La extensión del vallado hace que solo en un par de puntos, a través de caminos públicos, sea posible llegar hasta el cauce del parque natural. Los ecologistas quieren que se retranquee la valla en la parte que limita con el río «a un mínimo de 500 metros para favorecer al menos la función de corredor en la zona con mayores valores ambientales». j. S. valencia.