La Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) aprobó anoche modificar sus estatutos para dar a la Generalitat representación y voto en la institución cultural. A partir de ahora, y tras haberlo aceptado el Consell, el presidente de honor de la RACV deja de ser el presidente de la Diputación de Valencia, como lo venía siendo desde su fundación en 1915, para ser el presidente de la Generalitat. Con esta decisión, aprobada por la junta general, la Real Acadèmia deja de tener ámbito provincial y pasa a tener ámbito autonómico.

Este movimiento institucional se produce en un momento convulso para la RACV, que inició hace seis meses un histórico camino junto a la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) para sellar la paz lingüística y propiciar la «cooperación efectiva» entre las dos entidades «desde el respeto al ordenamiento jurídico valenciano».

Lo que no cambiará es el total de representantes institucionales con voz y voto en el seno de la RACV. Seguirán siendo seis. Pero en vez de ser tres miembros de la diputación y tres del ayuntamiento, ahora serán el jefe del Consell y un representante de la Generalitat, el presidente de la diputación y otro miembro de la corporación provincial, y el alcalde de Valencia y otro representante del consistorio. Los académicos de número serán un máximo de 43.

No es una cuestión menor el peso de los representantes institucionales en este periodo de turbulencias en la RACV, en cuyo seno pervive un sector contrario al acercamiento a la AVL. En la decisiva votación del 30 de mayo en la que la RACV aprobó la declaración conjunta con la AVL, los políticos tuvieron un papel crucial. Los votos a favor y en contra supusieron un empate a diecisiete, que resolvió el voto de calidad del decano, Federico Martínez Roda. Para que el acuerdo saliera adelante fue decisiva la presencia de las dos concejalas de Valencia María Oliver y Glòria Tello, así como la de Xavier Rius, diputado de Cultura de la diputación.

La modificación estatutaria aprobada anoche incluye a la Generalitat como parte de la propia RACV y también incorpora la nueva configuración de la entidad como Corporación de Derecho Público de la Comunitat Valenciana, una vez inscrita como Academia en el Registro de Academias de acuerdo a la Ley 7/2014 de la Generalitat.

La actual directiva de la RACV justificó ayer ese cambio como una adaptación a la realidad autonómica y a la propia reforma estatutaria de la Real Acadèmia en 2001. En ese momento, se fijó en la introducción de los estatutos que se aconsejaba «la futura adecuación de las entidades públicas a la nueva realidad autonómica». Es decir, que la RACV quedara bajo los auspicios de la Generalitat. Así ha ocurrido ahora. Una junta extraordinaria lo ha de ratificar la próxima semana.