La huelga estudiantil para exigir al Gobierno central la retirada completa de las evaluaciones de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato que recoge la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), las conocidas como reválidas, vació ayer las aulas de la Comunitat Valenciana. Según datos de la Conselleria de Educación, se calcula que el seguimiento ha sido de aproximadamente un 80 % del alumnado de 3º y 4º de ESO y Bachillerato.

Los estudiantes que se manifestaron por las calles de Valencia, menos numerosos que en la protesta del pasado 26 de octubre, reclamaron «dar un golpe sobre la mesa al Gobierno del PP y a todos aquellos que apoyan la Lomce y sus reválidas», según indicó la coordinadora del Sindicat d'Estudiants en la Comunitat Valenciana, Isabel Aguilar.

Los participantes en la marcha iban tras una gran pancarta del Sindicat d'Estudiants con el lema en valenciano «Revàlides franquistes No!». «Queremos revertir y que se reviertan todos los recortes que ha habido en educación», expuso Aguilar, que calificó la Lomce como «una ley que clasista que pretende dividir a los hijos de la clase trabajadora y a los hijos de familias con muchos más recursos».