El Consell que dirigen Ximo Puig y Mónica Oltra se ha propuesto meter mano al sector público y comenzar a controlar y organizar no solo su estructura sino también sus plantillas y gastos. Así, según informó ayer la vicepresidenta, la conselleria de Hacienda contará a partir de ahora con una nueva subdirección general de Modelo Económico y un servicio de Análisis de Estructuras de Puestos de Trabajo y Gestión de Información , detrás de cuyos largos nombres no hay otro objetivo que «clarificar la opaca estructura» de puestos de trabajo «que se heredó del anterior Consell», en palabras de la portavoz del actual ejecutivo valenciano.

Entroncando con esta idea, se va a crear además una nueva subdirección general para Costes de Personal y Control Financiero del Sector Público Instrumental, es decir, de las empresas que dependen de la Generalitat, cuyos gerentes o cargos cobran en ocasiones más que el propio presidente Puig. La idea es estudiar estas retribuciones y las cajas de las firmas públicas, algunas de ellas relacionadas con casos de corrupción e irregularidades en etapas anteriores.

Esta nueva subdirección dependerá de Presupuestos, departamento responsable del control y seguimiento del equilibrio de las cuentas de la administración valenciana, así como de las políticas de gasto. Como no hay manera legal de tocar esos sueldos de altos cargos de empresas públicas ya consolidados sin que un tribunal lo eche para atrás, el Consell ha incluido además dos disposiciones adicionales en el articulado de la ley de presupuestos de 2017 por las cuales se pretende poner fin a los excesos retributivos de este sector.

Estas hacen referencia al personal laboral y al personal al servicio de las instituciones sanitarias, los consorcios. Los artículos del proyecto de ley establecen que la cuantía anual de las retribuciones correspondientes a los complementos específicos que estén asignados a dicho personal, no experimentará incremento respecto a la vigente a 31 de diciembre de 2016 (asegurando que las asignadas a cada puesto de trabajo guarden la relación procedente con el contenido de especial dificultad técnica, dedicación, responsabilidad, peligrosidad o penosidad del mismo).

Sin personal para reivindicar

Como publicó este diario hace unos meses, uno de los principales baluartes del Consell del Botànic estaba desprotegido. El departamento de financiación autonómica apenas contaba con una jefa de servicio. Solo una trabajadora para poner encima de las mesas de Madrid la infrafinanciación.

Ahora se ha creado una subdirección general ex profeso, que contará mínimo con tres personas: dos jefes de servicio y un administrativo. Comunidades como la catalana tienen un departamento formado por siete economistas y un administrativo, según informaron ayer fuentes consultadas.

Todo este refuerzo en la cartera que dirige Vicent Soler se llevará a cabo echando mano de personal ya incorporado en la Administración, es decir, sin crear plazas nuevas para aumentar la plantilla. El coste para la conselleria será de unos 700.000 euros.