Mientras el diálogo social entre Gobierno, patronal y sindicatos vuelve a saltar por los aires tras el primer encuentro entre sus máximos dirigentes con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, las centrales mayoritarias advierten de que se han alejado las posibilidades de solucionar los problemas de desempleo, pobreza y pensiones que tiene la sociedad. Y también destacan que es momento de la recuperación del poder adquisitivo de los salarios -así lo expresan UGT y Comisiones Obreras en sus propuestas de negociación colectiva para 2017- debido al notable incremento de la productividad.

Durante el último lustro, la productividad por empleado ha crecido un 4,15%, pasando de 48.847,58 a 50.874,83 euros en la Comunitat Valenciana,según constatan los últimos datos de contabilidad del Instituto Nacional de Estadística en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) respecto al empleo total y que se refieren al período 2010-2014. Sin embargo, la remuneración por asalariado se ha reducido un 1,42 % (todo ello a precios corrientes al pasar de 29.727,39 a 29.304,41 euros entre 2010 y 2014) durante los duros años de la crisis económica en España.

Reformas laborales

Para Jaume Mayor, secretario de acción sindical de CC OO PV, esta situación muestra como, en este periodo, el reparto del PIB ha sido más favorable al excedente bruto de explotación que a la remuneración de los asalariados, «evidenciando cómo las políticas que se han articulado, por ejemplo, las reformas laborales, han tenido como efecto un reparto cada vez más desigual de rentas».

Desde el punto de vista sindical, «la crisis ha sido utilizada como una oportunidad para implementar un modelo de crecimiento donde los excedentes recaen cada vez con mayor intensidad sobre las rentas de capital».

Negociación colectiva

El dirigente sindical sostiene que esa situación requiere trasladar a la patronal «la necesidad de que los incrementos salariales para 2017 se muevan en una franja que se sitúe entre el 1,8 % y el 3 % y permita obtener a las trabajadoras y a los trabajadores claras ganancias de poder de compra, compensando en parte la importante pérdida producida por las políticas de devaluación salarial aplicadas desde 2010».

En parecidos términos, la secretaria de acción sindical de UGT-PV, Lola Ruiz Ladrón de Guevara, lamenta los desequilibrios producidos en el mercado laboral. Para sostener este argumento recuerda las conclusiones del reciente estudio «Innovación y Desarrollo Económico en la empresa valenciana», en el que Isidre March Chordà, profesor de la Universitat de València, indica que la productividad y la competitividad están claramente vinculadas con los salarios altos.

También mejoran las condiciones de trabajo y los empresarios se juegan la productividad. En ese sentido, constata que en durante los últimos años de crisis no han sido buenos para impulsar y afinar en los sectores de tecnología avanzada, claves para salir del estancamiento y mejorar en productividad.

Sobre el debate salarial, hasta algunos dirigentes patronales reconocen los efectos perversos de la última reforma laboral. El presidente de Femeval, Vicente Lafuente, ha expresado recientemente una queja nada habitual entre los empresarios: La reforma laboral de 2012 está extendiendo la precariedad laboral al permitir que los convenios de empresas multiservicios se impongan sobre los convenios sectoriales cuando son contratadas por firmas del metal. El resultado son salarios mucho más bajos. Y competencia desleal.