El temporal de lluvias que ha barrido la Comunitat Valenciana de sur a norte desde el pasado domingo ha dejado una damnificada principal más allá de las calles embalsadas y el caos en las ciudades: la agricultura, que se ha llevado la peor parte de la peor tormenta registrada en Valencia en 9 años. La Unió de Llauradors hacía ayer una primera valoración de cómo había afectado al campo valenciano un agua que se esperaba con impaciencia pero que, por su virulencia y por ir acompañada de granizo ha sido más perjudicial que beneficiosa para ciertos cultivos de cítricos, hortalizas y caquis.

En concreto y según fuentes del sindicato agrario, el agua y la piedra han afectado a 8.000 hectáreas de estos cultivos con unos daños que ya se cuantifican en 14 millones de euros. Según los agricultores, el «principal problema» ha sido el exceso de humedad en los campos de mandarinas de las comarcas castellonenses de la Plana Alta y Baixa y el Maestrat, además del Camp de Morvedre en Valencia. El daño ha llegado al 20 % de las clementinas de media estación que están aún en el árbol pendientes de recolectar.

El pedrisco ha causado también pérdidas en estas áreas y en la Ribera Alta y Baixa y l'Horta de Valencia. En Benifaió se calcula que todavía quedaban por recolectar dos millones de kilos de caqui, el granizo afectó prácticamente a todo el término local aunque no se sabe qué cantidad de fruta se tendrá que desechar. En estas últimas zonas, de hecho, los daños están aún pendientes de cuantificar. El temporal también ha afectado a infraestructuras agrícolas. En el Perelló la piedra acumulada terminó por hundir los invernaderos de las verduras chinas. Allí, el técnico de la cooperativa habla de más de 25 hanegadas de cultivo lanzadas a perder, viéndose «muy perjudicada» la verdura china.

Bajos y túneles anegados

El grueso de la tormenta descargó durante la tarde-noche del domingo sobre la ciudad de Valencia dejando 130 l/m2 en 24 horas, el registro más alto en nueve años desde el 11 de octubre de 2007, cuando cayeron 178,2 l/m2. . Durante la madrugada del lunes y ayer por la mañana se dejó notar en municipios del litoral y de más al norte como Tavernes de la Valldigna con 107 l/m2 y Sagunt, con 100 l/m2 recogidos ayer. La acumulación de agua en tan pocas horas dejaba calles anegadas, aparcamientos y bajos con problemas y cierre de pasos subterráneos. De hecho, Guardia Civil, Bomberos y Policía han tenido que movilizarse para rescatar a, al menos 36 personas de sus coches entre la noche del domingo y la mañana del lunes. Al menos diez personas quedaron atrapadas en el puente de acceso del polígono Sepes a la V-23 en Sagunt y otras 9 personas tuvieron que recibir asistencia de madrugada tras quedar atrapadas en las balsas de agua que se generaron en la V-23 entre Sagunt y Puçol. Allí, el agua cerró los tres carriles en sentido Valencia durante varias horas. Fuentes de los bomberos confirmaron ayer otro rescate in extremis de una mujer con su vehículo en un barranco entre el Puig y Puçol.

Además, el badén inundable situado en el acceso principal al Port de Sagunt desde la V-23 -habitual punto negro en caso de fuertes lluvias- fue testigo de al menos una decena de rescates de personas que se quedaron atrapadas por el agua en sus vehículos. Nueve rescates se hicieron de madrugada y, el décimo, fue el de una mujer cuyo vehículo se hundió por completo ayer por la mañana y tuvo que encaramarse al techo mientras esperaban a que la sacaran del agua.

Miembros del consorcio de bomberos y el alcalde, Francisco Fernández, denunciaron que la mujer -vecina de Canet d'En Berenguer- se había saltado las vallas de protección colocadas durante la noche. La mujer, sin embargo, defendió ayer que no había señalización ni vallas cuando ella intentó pasar.

En la capital del Túria fueron seis personas las que requirieron de ayuda para abandonar sus vehículos la noche del domingo después de quedarse atrapados en el túnel de la avenida Ferrandis, en el bulevar sur.

Las escenas de pasos subterráneos inundados y bajos y locales afectados se sucedieron en muchas poblaciones. En la comarca de l'Horta el municipio que registró más incidentes fue Aldaia, donde el barranco de la Saleta estuvo a punto de desbordarse y los tres túneles, que son las principales salidas de la población, se inundaron y estuvieron muchas horas cortados. En Quart de Poblet, un vehículo se quedó atrapado en el paso inferior que conecta este municipio con el Barrio del Cristo y la A-3 y en Alfafar también hubo inundación de túneles. En Burjassot se registró de aguas residuales (incluso haste en un cuarto piso) en el barrio de Lauri Volpi, además de inundación de locales y el túnel.

Los barracones, en apuros

Casi 1.200 alumnos de Infantil y Primaria de seis colegios públicos, tres de ellos íntegramente en barracones, no tuvieron ayer clase al inundarse sus aulas. Este es el caso de los Colegios de Infantil y Primaria (CEIP) número 103 de Valencia y el número 5 de Aldaia, -con 406 y 190 alumnos respectivamente-, donde los niños no llegaron ni a entrar en las aulas debido a las filtraciones provocadas por las intensas lluvias del domingo. Igualmente, en el CEIP La Xara de Dénia, sus 135 alumnos tuvieron que ser evacuados de los módulos prefabricados al mediodía a causa de las fuertes lluvias que cayeron en la mañana de ayer en la Marina.

Las filtraciones, en este caso a través de los patios interiores, inundaron las aulas del CEIP Lluís Vives de Puçol, un centro de ladrillo con 250 alumnos, donde por orden municipal se suspendieron las clases. Tampoco están en barracones los dos colegios del Port de Sagunt donde la Conselleria de Educación supendió las clases en sus aularios de Infantil por las filtraciones. Se trata del CEIP María Yocasta, donde 186 niños de 3 a 5 años no tuvieron clase a pesar de ser un centro relativamente nuevo, y del CEIP Mestre Tarazona, en el que la suspensión afecto a 50 escolares de Infantil. Conselleria prevé que estos centros retomen hoy su actividad normal.

En las diferentes ediciones comarcales de Levante-EMV se ofrece información detallada sobre los problemas que ha dejado el temporal.