El temor a resultar imputado por un caso de corrupción en la Generalitat llegó a su máxima expresión la pasada legislatura. No sólo altos cargos acabaron citados en los tribunales, sino también muchos técnicos que habían estampado su firma en determinados expedientes. El caso Cooperación es un ejemplo de ello, pero hay otros como el convenio que firmó la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) con Iñaki Urdangarin que derivó en el conocido como caso Nóos.

Ya el Consell de Alberto Fabra sufrió en carne propia el miedo a la firma que la proliferación de casos judiciales generó en muchos funcionarios y funcionarias. El resultado fue que en muchos casos, todo tipo de documentos (autorizaciones de contratación, informes de impacto ambiental, etc) quedaban paralizados. Los papeles quedaban encima de la mesa o pasaban de despacho en despacho en espera de que alguien los asumiera. Había, cuentan quienes conocen los entresijos de la Generalitat, auténticos especialistas en mover papeles.

Hasta los informes jurídicos entraron en barrena. La situación se vivió con intensidad en el Consell, sobre todo, a raíz de que los populares tomaran la decisión de desvincularse de su defensa jurídica. La opción que quedó de reclamar después, en caso de archivo, no convencía a nadie.

El ´miedo a la firma´ llevó a algunos altos funcionarios a buscar protección fuera. Así, según ha sabido este diario, más de uno llegó a consultar en compañías privadas de seguros la posibilidad de contratar una póliza con el fin de que, en caso de resultar investigados, pudieran tener una cobertura económica. Sin embargo, las compañías privadas no parecían dispuestas a dar este tipo de cobertura.

Ser funcionario se convirtió en cierto modo en un trabajo de riesgo. La situación, aireada en la etapa Fabra, se trasladó a la nueva administración. En más de una ocasión, miembros del nuevo Ejecutivo se han quejado del temor de algunos técnicos a firmar documentos. Incluso el Consell tiene problemas con sus letrados, que, en ocasiones, optan por informes jurídicos ambiguos para curarse en salud.