El «Caso Taula» sigue en instrucción, aunque algunas irregularidades detectadas durante la investigación han servido a los partidos para tomar nota y extremar los controles en situaciones cotidianas, como la venta de lotería por parte de las formaciones políticas. Sobre todo de cara al sorteo estrella de cada año, el «Gordo» de Navidad.
Aunque el partido que más se ha aplicado el cuento ha sido el PP, imputado como persona jurídica en la pieza separada del «Caso Taula» que investiga el presunto blanqueo de capitales supuestamente cometido por el grupo municipal de Valencia. Durante la instrucción se ha constatado que algunos ingresos por la venta de lotería se ingresaban en una cuenta opaca al Tribunal de Cuentas que gestionaba la secretaria del grupo municipal, Mari Carmen García-Fuster, y en otra abierta por un asesor a su nombre, también sin ningún control público. Aunque se trata de prácticas del pasado, destacan fuentes de la gestora del PP en Valencia.
Ante el próximo sorteo de Navidad, la formación liderada por Isabel Bonig ha extremado los controles para que haya «transparencia máxima». La emisión de lotería po el partido parte de una «autorización previa a la Selae (Sociedad estatal de loterías y apuestas del Estado SA) para poder vender participaciones, a las que no se le puede cargar un beneficio superior al 20%». También se debe recabar una «autorización interna de Génova [en referencia a la sede central del PP]» y centralizar todos los movimientos en una cuenta del partido», explican las mismas fuentes. «Los décimos se depositan en el banco, al lotero se le paga desde el banco y, en caso de que hubiera algún premio se pagaría desde la cuenta, para que haya transparencia máxima. Nos estamos esforzando para hacer las cosas exquisitamente bien, aunque se debe exigir el mismo rigor a todos los partidos», reivindican.
En el PSPV-PSOE son las agrupaciones locales las que emiten participaciones ya que la dirección del partido no emite lotería a nivel de país o provincial. «Son las agrupaciones locales las que de manera autónoma adquieren los décimos y venden las participaciones. Cada una lleva su propia contabilidad y se siguen los cauces legales», explican fuentes del PSPV-PSOE. Entre estas iniciativas locales destacaba la de la agrupación Socialistes Carcaixent (la Ribera) que para el próximo sorteo de «El Gordo» vende lotería con el 29010, la fecha de la renuncia de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE.
En Compromís tanto la dirección de país como las agrupaciones locales también participarán en el próximo sorteo de «El Gordo» de Navidad. El control de las participaciones está centralizado, explican fuentes de la formación. «Se solicita a la administración de lotería y número y su equivalente en papeletas. El beneficio no puede superar el 20% y todos los ingresos se realizan en una cuenta central de Compromís», detallan desde la formación que lidera Mónica Oltra.
De los partidos con representación parlamentaria en las Corts, sólo Ciudadanos y Podemos no venden ningún tipo de lotería, a nivel regional, local o provincial, según confirman fuentes de ambas formaciones.
Desde Podemos puntualizan, además, que la formación morada tiene «unas normas de financiación muy estrictas» en las que no cabe la venta de lotería. «El partido se financia con las subvenciones públicas, los excedentes de los sueldos públicos (cada cargo se queda el equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional o más si se tienen hijos a cargo), los microcréditos para las campañas electorales o las aportaciones voluntarias de los militantes. No tenemos financines atípicas», explican fuentes del partido. Y recuerdan que parte del dinero que donan los cargos «se revierte a la sociedad a través del Proyecto Impulsa para apoyar proyectos de emprendimiento».
