Empezaron clamando contra la casta. Contra el nepotismo, contra el clientelismo, contra las malas prácticas que socavaban la democracia. Dos años y medio después, unos treinta integrantes de Podemos en la Comunitat Valenciana se concentraron ayer delante de la sede autonómica de la formación morada al grito de «que no, que no nos representan» y con duras pancartas: «No volem una nova casta», «No al nepotisme en Podem», «En Podem no al clientelisme», «Mai més Podem sense la gent», «Aquest Podem no ens representa».

La protesta acabó con pegada de carteles críticos en la fachada de la sede, una especie de escrache a los suyos, a 240 metros de la antigua sede del PP en la calle Quart contra la que antes se manifestaban. Es «la gota que colma el vaso», según expresaron los portavoces de este movimiento díscolo, en el que figuran concejales y líderes locales de Podemos y que ha recogido más de un centenar de firmas. Exigen la dimisión del secretario general Antonio Montiel y reclaman la convocatoria de una Asamblea Ciudadana que sirva para renovar los órganos de dirección y los documentos éticos, políticos y organizativos de Podemos en la Comunitat Valenciana.

El desencadenante de la concentración de protesta desarrollada ayer son «las prácticas clientelares e irregulares que se vienen dando en los distintos procesos internos de contratación de la formación política», según denuncian en un comunicado los participantes.

El último caso, dicen, ha sido «el reciente proceso convocado por Podemos PV para contratar a tres personas para la Secretaría de Organización». Los preseleccionados para la prueba final se encontraron con un examen sin previo aviso cuando la convocatoria solo detallaba la realización de una entrevista personal. «Hubo un candidato que incluso se negó a realizar la entrevista personal y otro a responder al examen, todo ello en señal de protesta», afirman.

Según los manifestantes, «el resultado de dicho proceso es que se ha contratado a dos personas de confianza de la actual responsable de Organización, que además ya trabajaban de forma voluntaria en dicha secretaría como responsables de área». El tercer contatado, sostienen, es «otra persona muy cercana a un destacado miembro del actual Consejo de coordinación valenciano».

«Un partido al uso»

Los participantes en la concentración denunciaron que el hermano de la diputada autonómica en las Corts Fabiola Meco fue el seleccionado para hacer labores de conserje en la sede autonómica de Podemos en un proceso con «baremación dudosa» y cambios de currículum sospechosos, acusan. O que los asesores de Podemos que trabajan en las Corts con sueldo público han sido seleccionados con métodos de contratación impropios de una organización que predica la transparencia y la igualdad de oportunidades.

En el acto de ayer, varios de los presentes „prefirieron no dar nombres„ cargaron de forma dura contra el partido. «Nos fuimos de las plazas para convertirnos en un movimiento político y nos hemos convertido en un partido al uso que actúa desde los despachos», afirman. «No queremos cambiar una casta por otra. No queremos un PSOE 2.0 ni que Vistalegre II sea nuestro Suresnes. Hemos de ser transparentes y no solo de boquilla, sino demostrándolo en nuestros procesos internos», reclaman. Además, critican el abandono del municipalismo desde la estructura autonómica y un excesivo «presidencialismo», incluso con dietas elevadas, que «fomenta la red clientelar».