La nueva Renta Valenciana de Inclusión contempla dar 149 euros al mes a todos los ciudadanos con pensiones no contributivas. Según datos de la Generalitat, ahora hay 48.523 valencianos que perciben la llamada pensión mínima, cuya cuantía media ronda los 365 euros al mes y ni siquiera alcanza el umbral de pobreza relativa y severa. La medida forma parte de una estrategia para combatir la feminización del empobrecimiento. En este caso, las beneficiadas serán especialmente las mujeres, que concentran el 70 % de las pensiones no contributivas de la Comunitat Valenciana, ya sea por viudedad o por trabajos temporales y poco reglamentados en ocasiones como lo eran los almacenes de fruta.

Entre los supuestos del anteproyecto, presentado el lunes por la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, figura la llamada Renta Complementaria de Ingresos por Prestaciones. No sólo se ayudará a las personas en exclusión social o a los trabajadores con un sueldo que no llegue al 80 % del salario mínimo interprofesional. También recibirán una renta de inclusión los perceptores de prestaciones y ayudas sociales que sean muy bajas, para que así completen sus ingresos con esos 149 euros extra que dispondrá el Consell (no son más para que no pierdan la pensión del Estado).

El anteproyecto de la Ley de Renta Valenciana de Inclusión llegará a las Corts para su votación en un plazo aproximado de mes y medio.

Esta ayuda económica suplementaria a las pensiones no contributivas persigue otro objetivo colateral: dar más independencia a las mujeres que no gozan de autonomía y que se ven obligadas a vivir junto a su pareja. A veces, incluso bajo circunstancias de maltrato. Así lo explica Alberto Ibáñez, secretario autonómico de Inclusión, quien añade que las mujeres son las grandes damnificadas del trabajo precarizado y parcial, que también se verá beneficiado con ayudas en la nueva Renta Valenciana de Inclusión.

Otro aspecto de la ley beneficia a las víctimas de violencia de género. Las solicitantes que sufran maltrato verán tramitada su solicitud de ayuda mediante un procedimiento abreviado, consistente en la reducción a la mitad de los plazos estandarizados y dando preferencia a estos expedientes. Además, no hará falta presentar denuncia: con un informe de los servicios sociales que acredite esta condición será suficiente.

Además, la percepción de la Renta Valenciana de Inclusión llevará aparejada la obtención de otras ayudas sociales como una plaza en escuela infantil para los hijos, beca de comedor y bono de transporte escolar, entre otros. «La pobreza tiene rostro de mujer y, además, se hereda», dice Ibáñez. Con esta ley se pretende atacar esa doble realidad.