La lluvia ha dado un vuelco a la situación de déficit hídrico por la que atravesaban las comarcas de la Comunitat Valenciana más castigadas por la sequía. Precipitaciones de hasta 621 litros por metro cuadrado acumuladas en l'Orxa (de ellas 396,6 l/m2 el lunes) y registros por encima de 300 litros en 39 observatorios de la red de Avamet han invertido la situación.

Según la Confederación Hidrográfica del Júcar la precipitación media en el episodio ha sido de 71 litros por metro cuadrado, incluyendo las zonas de Aragón y Castilla-La Mancha incluidas en la demarcación Júcar. En Valencia capital, este diciembre de 2016 es el segundo más húmedo desde 1864.

El la cuenca del Serpis, por ejemplo, los ciudadanos de Gandia se acostaron el sábado por la noche en situación de emergencia por sequía y se desayunaron el lunes por la mañana, poco más de 24 horas después, con otra emergencia: el aviso de que se iban a producir desembalses en el pantano de Beniarrés que aconsejaban retirar los vehículos de los garajes subterráneos y de las cercanías de cauces y barrancos.

Según el informe de seguimiento de la sequía de la CHJ correspondiente a 30 de noviembre, los subsistemas Serpis, Marina Alta y Marina Baixa se encontraban en situación de emergencia y Vinalopó-Alacantí y Palancia-Los Valles, en preemergencia.

El caso del Serpis es paradigmático: el 31 de noviembre estaba por décimo mes consecutivo en emergencia, con un índice de 0,12 sobre el de 0,5-1 que sería la «normalidad». Este índice está basado en el nivel del acuífero en Gandia (o,46) y el volumen embalsado en el pantano de Beniarrés (o,0).

Ayer mismo, las fuentes volvían a manar, el acuífero remontaba y Beniarrés pasaba de albergar 4,2 hectómetros cúbicos a almacenar 21 hm3 de los 27 posibles, que no se alcanzaron por razones de seguridad -la reserva de capaacidad obligatoria en previsión de nuevas crecidas-, que no por falta de caudales.

Una situación similar se da en la Marina Alta, donde no hay embalses y todo se fía a la lluvia que alimenta los acuíferos, y en la Marina Baixa, donde el indicador de recursos son los volúmenes almacenados en los pequeños embalses de Amadorio y Guadalest, con 3 hm3 acumulados el viernes que en unas horas se convirtieron en 6 hm3.

No obstante, el conjunto de los embalses del Júcar se encuentran al 29 % de su capacidad, 1,6 puntos más que la semana pasada pero 7,3 puntos menos que hace un año.

La lluvia ha esquivado la cabecera del Júcar, así como su tramo manchego; también la cabecera del Cabriel y el Turia (cuyos embalses apenas se han beneficiado en este episodio de lluvia), aunque ha recargado la cabecera de los ríos Palancia (hasta hace poco en preemergencia) y Mijares.

Las sierras de Javalambre y Gúdar permanecían ayer nevadas gracias al temporal y continuará aportando agua en los próximos días.