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Medida

El temor a la gripe aviar obliga a prohibir el uso de patos vivos como reclamo

El virus se extiende por Europa y ya se encuentra cerca de la frontera francesa - El protocolo obliga a incrementar los controles

El recrudecimiento de la epidemia de gripe aviar y la aparición de varios casos de influenza «altamente patógena» H5N8 en el sur de Francia ha obligado a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente a reforzar el dispositivo de control establecido en el entorno de los municipios más sensibles a actuar como puerta de entrada a la enfermedad.

La primera medida adoptada ha sido la de suspender las autorizaciones para la caza de anátidas utilizando como señuelos otras aves anseriformes vivas. Estos patos vivos actúan como reclamo o cimbel pero en su traslado desde un punto a otro de la geografía nacional o europea pueden actuar como vectores de la enfermedad.

Se da la circunstancia de que hace apenas tres meses, mediante una orden publicada el 30 de septiembre, el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca había autorizado provisionalmente y con carácter excepcional el uso de estos reclamos.

La conselleria justifica este cambio de criterio en «la situación epidemiológica actual, tras el aumento de numerosos focos de influenza aviar de alta y baja en distintos países europeos y en especial en la zona sur, incluyendo Francia, tanto en aves silvestres, como en explotaciones agrícolas, y de anátidas cautivas utilizadas como señuelos de caza».

Según un reciente mapa publicado por la Unión Europea, se ha detectado el virus «altamente patógeno» HPAI H598 en aves salvajes, cautivas y granjas en Finlandia, Suecia, Dinamarca, Alemania (la más afectada), Holanda, Suiza, Liechtenstein, Hungría, Croacia y Rumanía. A estas hay que sumar las recientes apariciones en Reino Unido, Grecia, Bulgaria y Montenegro.

En la Comunitat Valenciana hay hasta 130 municipios incluidos en el grupo II de la Orden de 2006 que reguló la lucha contra la gripe aviar en su momento de mayor amenaza, cuando durante meses se temió que la influenza mutara y afectara a miles de personas.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, en España, las medidas de «bioseguridad» se establecen «de acuerdo con el riesgo previsto». Se definen así unas «zonas de riesgo» basándose en «la abundancia de aves silvestres o de pasos migratorios, densidad de explotaciones de aves domésticas, dificultades para lograr el correcto aislamiento entre ambas, etc.».

Cerca de estas zonas, muy abundantes en la Comunitat Valenciana debido a la presencia, entre otros factores, de grandes zonas húmedas, donde deben extremarse las precauciones, existen 197 explotaciones ganaderas que siguen muy de cerca la situación.

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