El capítulo dedicado a Cacsa, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es otro de los que deja titulares llamativos, como el de que a día de hoy, y debido al deterioro del edificio, el Ágora se ha devaluado en casi 13 millones de euros. La cubierta provisional que le instalaron en 2009 ha sido la principal responsable de esta depreciación que apenas se utiliza contadas veces al año.

La infraestructura diseñada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava cuenta con «problemas de uso y mantenimiento» derivados precisamente de la ausencia de las lamas y los mecanismos móviles previstos en el proyecto inicial (y que finalmente este verano se cuantificaron en 2,3 millones. Sin embargo, el consejo de administración de Cacsa acordó prescindir definitivamente de esta cubierta.

Como también ocurriera con el Palau de les Arts, el Ágora sufre desperfectos en su revestimiento de «trencadís». Las discrepancias entre el contructor, la UTE y el director de obras sobre cómo solventar este problema mantienen los trabajos paralizados. Así, se desconoce el importe al que podría ascender finalmente el arreglo. Otro de los puntos que surgen siempre que se habla del Ágora es su coste final. Según la Sindicatura, en la «ejecución obras del Ágora y urbanización colindante» se refleja que el precio de adjudicación de estas obras fue de 41,3 millones, aunque hubo un modificado de 35,6 millones, por lo que el importe total fue de 76,9 millones de euros. A eso se le suman 9,2 millones por la dirección de obras.

Además, el síndic insta a Cacsa a reducir su capital social para equilibrar su patrimonio, que en diciembre de 2015 era de 298,3 millones de euros, inferior a las dos terceras partes de la cifra del capital social de 527,8 millones de euros.