La investigación que se está llevando a cabo por parte de la Fiscalía aún no ha determinado si existen responsabilidades penales y, por ese motivo, no se ha citado a declarar todavía a ninguna persona ni se han enumerado posibles delitos que se habrían cometido.

En el día de ayer el actual alcalde de Villalonga, Enric Llorca, del PSOE, estaba en el ayuntamiento cuando la Policía Nacional acudió, y fue él mismo quien señaló a este periódico, una vez los agentes se marcharon con la documentación, que nadie le había dado explicaciones, de manera que existe cierta incógnita sobre qué es lo que se está investigando.

Llorca señaló que ni los agentes le preguntaron, ni dejaron ninguna citación para él o para cualquier otra persona.

El alcalde socialista añadió que en el ayuntamiento «no tenemos nada que ocultar» y que «actuando con total transparencia» colaborará con la administración de Justicia en el caso de que se le requiera para algo.

Tampoco sabía nada de la actuación de UDEF su antecesor en la alcaldía, Juan Ros, del PP, que fue quien promovió, gestionó y ejecutó todo el proyecto de peatonalización del centro de la localidad que ahora se encuentra bajo investigación.

«¿Corrupción? Siento vergüenza cada vez que veo el telediario», indicó a este periódico cuando se le comunicó lo que estaba ocurriendo en el ayuntamiento sobre uno de los proyectos estrella de sus mandatos.

Ros aseguró estar «completamente tranquilo» por la investigación abierta por la Fiscalía y explicó que fueron más de veinte las empresas que se presentaron al concurso para ejecutar ese proyecto de obras. Además, el exalcalde del PP indicó que «la Conselleria de Agricultura ya auditó todo este expediente» y que no halló ningún aspecto irregular.

La consellera Maritina Hernández, que aprobó el envío de los 2,5 millones de euros para esta obra, acudió a finales de marzo de 2011 a Villalonga e inauguró, junto a Ros, un proyecto que ha cambiado por completo la fisonomía del centro de esta localidad.

La peatonalización se hizo, además, en un tiempo récord, dado que, si bien la empresa tenía dos años para ejecutar el proyecto, lo acabó mucho antes. Aquello fue interpretado como un intento del exalcalde del PP de sacar rédito en las elecciones de mayo de 2011, y también a esa prisa se han atribuido parte de las deficiencias detectadas en las obras.