La distancia que hay entre el Consum y la zona de bares de la calle Hernán Cortés de Silla, se convierte en otro paseo de gloria durante el sábado para Ana María Sánchez, de 47 años y vendedora de la ONCE desde hace siete. Le dicen «¡xiqueta, que has donat el premi!» y «¡eh, que te estaba buscando!» y «¡a mí no me vendiste ese!» y también: «¿A Martínez què l´ha tocat en los iguales?».

El viernes, antes de las siete y media de la tarde, Ana María Sánchez había vendido ochenta cupones -todos los que disponía de ese número- del 57.423 . El «Cuponazo» tronó poco después en el municipio para regar con premios de 25.000 euros a un buen puñado de vecinos. Uno de ellos, que dio en el clavo con la serie 76, ayer mismo disponía, hasta que llegue el tijeretazo de Hacienda, de 9 millones de euros.

«Voy por el parque de l´Alteró y el parque San Luis, después recorro la avenida Alicante hasta el Montecarlo, luego la calle Valencia...». Esa es la rutina de la vendedora, con una discapacidad del 66 % por hemiplejia, que sale a buscar compradores a la hora del almuerzo y luego se asienta, discreta, en la puerta del supermercado. En los bares donde se repartió el número se encadenan esas historias de bendita casualidad: «Mis padres se lo compraron a mi hermano porque cumple 23 años, se ha enterado esta mañana, cuando ha llegado de fiesta», relataba José María García. O de maldito infortunio: «Vino ayer a vender y yo no le compré, pero mi amigo sí, esta semana almuerzo de gorra», ríe un individuo que señala con el dedo a José Albert, que extiende una mano, relajado y acodado en la barra del bar Rosales.

Ramona y Eladio, dueños del bar Eladio, tampoco compraron pero, ella cuenta que por la mañana han pasado algunos de los beneficiados: «Uno compró seis cupones», asegura.

«Dicen que es...»

En todas las conversaciones surgen los «otros» ganadores: «Compraron el número almorzando en el bar l´ Alteró», sugiere un vecino. Otra aporta datos: son un matrimonio con raíces en la localidad. Hablan, con esa mezcla de misterio y fascinación de quien cuenta una leyenda urbana, de los beneficiados con 9 millones de euros. En el bar señalado aseguran que por allí no saben nada de los supuestos millonarios y el alcalde de Silla, Vicent Zaragozà, les felicita por Facebook sin citarlos y asegura que los ha visto por la calle.

Por la tarde, este periódico logra ponerse en contacto con un familiar cercano al matrimonio, que confirma los datos expuestos, añade que compartieron papeleta con otra pareja y traslada a los premiados la petición de aparecer en el reportaje. Ellos, abrumados durante todo el día según este familiar, declinan revelar su identidad.