La polémica por la actuación de la parlamentaria de Compromís y concejal en el Ayuntamiento de Elx, Mireia Mollà, durante la pasada Nochevieja parece lejos de apagarse. El PP local consideró ayer que las explicaciones que ha dado la diputada autonómica son insuficientes y desde la dirección regional emplazaron de nuevo a la vicepresidenta, Mónica Oltra, a que valore la actuación de su compañera de partido.

Mollà llamó la noche de fin de año al intendente jefe de la Policía Local de Elx después de que una patrulla desplazada detectara varias infracciones en el aforo y en el hecho de que el local emitiera música, para lo que no tenía licencia. Después de la llamada de Mollà, el local mantuvo la música como medida excepcional, según recoge el atestado policial.

El portavoz adjunto del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Elx, Vicente Granero, volvió a pedir responsabilidades ayer por la mañana tanto a la diputada Mireia Mollà como al tripartito de Elche por lo ocurrido en el local de la pedanía ilicitana de Torrellano. Granero aseguró que a medida que pasan los días «la situación empeora» y Mireia Mollà «sigue mintiendo sobre un tema que nos parece muy grave».

Los populares de Elx reiteraron su petición de dimisión después del escrito presentado por un sindicato de la policía dirigido al alcalde, el socialista Carlos González, en el que se recoge que la actuación de la concejal Mollà no es como ella cuenta. La diputada mantiene que ella llegó al local pero que no había pasado allí la Nochevieja en contra de lo que asegura el sindicato policial. Granero ha informado que dicho escrito recoge que no fueron los vecinos quienes llamaron a Mireia Mollà para que mediara en ningún conflicto y que además se encontraba en el interior de la fiesta siendo requerida por el propietario del establecimiento para que no le cerraran el local.

«Es corrupción política»

El local carecía de licencia para ejercer esa actividad, no podía poner música y además superaba el aforo en el doble permitido. «Lo que nos parece más grave es que Mireia Mollà quisiera mediar en la decisión de los agentes de la policía que se personaron en el local y que al no conseguirlo llamara al jefe de la Policía Local». Para el grupo municipal del PP este tipo de actuación tiene un nombre y se llama trato de favor o tráfico de influencias y eso es corrupción política, aunque la concejal de Compromís no quiera reconocerlo», dice el concejal del PP.

«Mollà ha realizado un trato de favor y ha mentido y son causas más que suficientes para que dimita, además nos preocupa que nadie asuma responsabilidades ni el concejal responsable de la Policía Local ni el propio alcalde que es responsable de la policía», dijo.