Se llama Toni, pesa 4 kilos y ha venido al mundo en un perfecto estado de salud. Ahora es completamente ajeno, pero algún día tendrá que escuchar la historia del tormentoso camino que precedió a su nacimiento y de cómo la ambulancia que transportaba a su madre parturienta tuvo que ser escoltada por una máquina quitanieves y una patrulla de la Guardia Civil para transitar los 11 kilómetros que separan Bocairent del hospital de Ontinyent. Begoña, de 41 años, trabaja como profesora en Ibiza, pero en la recta final de su embarazo decidió trasladarse a su localidad natal, Bocairent, para dar a luz con la mayor tranquilidad posible. Nada hacía presagiar lo que se avecinaba. Begoña rompió aguas a las 5 de la mañana de ayer, justo cuando el peor temporal de nieve de los últimos 10 años comenzaba a cernirse sobre la población, que quedó incomunicada todo el día. Ella y su marido, Toni, cogieron lo indispensable y enfilaron con el coche la ruta hacia el hospital por la CV-81. Pero a la altura de Alfafara, decidieron detenerse. No era seguro. A la media hora, la Guardia Civil les acompañó al centro de salud de Bocairent. La médico de guardia evaluó la situación y trató de calmar a los progenitores. El día anterior, Begoña había acudido al hospital de Ontinyent a una consulta. «Le dijeron que hasta el lunes no pariría», recuerda su hermano Hilario. El ayuntamiento activó un dispositivo para despejar de nieve el trayecto del centro del salud a la entrada del pueblo, donde la ambulancia SAMU y una gran máquina quitanieves aguardaban a los futuros padres. Habían pasado tres horas desde que la embarazada había roto aguas. La quitanieves fue abriendo el paso para que la ambulancia circulara. Detrás, una patrulla de la Guardia Civil. Hasta llegar al centro de Ontinyent „un trayecto de 18 minutos en carretera„ la comitiva tardó una hora.

Un camión que obstaculizaba el paso en el puerto de Bocairent, donde cuatro vehículos tuvieron que ser rescatados ayer, causó el retraso. «Nos dijeron que habíamos hecho bien en parar por la mañana y volver al centro de salud. En ese momento el puerto estaba cortado y nos hubiéramos quedado atrapados. Pensamos que no llegaríamos a tiempo», relata una vez pasado el susto Toni, el padre, que no deja de agradecer la ayuda recibida. Finalmente, Begoña fue ingresada a las 9 de la mañana en el hospital. El parto se saldó sin complicaciones, en torno a las 16.40 de la tarde. «El niño ha nacido rápido y sano», apunta Hilario a este diario, impaciente de ver a su sobrino recién nacido una vez las carreteras recobren la normalidad. «Al principio estaban muy nerviosos (los padres), pero después de ver al niño están tranquilos y contentos. Ha sido un gran alivio que todo haya salido bien», apostilla.