El temporal amaina, pero deja secuelas políticas. Más allá de lo institucional, las relaciones entre el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y el Consell quedan tocadas. El largo y duro fin de semana (desde la tarde del jueves), con cruces de declaraciones sobre la responsabilidad sobre lo hecho y lo dejado de hacer en la gestión de la crisis ha deteriorado los vínculos personales entre el máximo representante del Gobierno central y los responsables autonómicos. Y eso, cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha cambiado el rumbo en su trato con las comunidades.

¿Quién empezó el primero? ¿Quién tuvo más responsabilidad en que cientos de vehículos quedaran atrapados por la fuerte nevada en la A3? Una y otra institución -una en manos del PP, otra del bipartito PSPV-Compromís- ofrecen respuestas distintas. Siempre sin alzar ya ayer la voz, porque el mensaje en este momento es el de bajar el tono: la bronca política no casa con la buena gestión de una emergencia.

Es la filosofía asimismo que desprenden los últimos gestos y palabras del Ministerio de Fomento. El titular, Íñigo de la Serna, que ya se disculpó por los posibles errores cometidos, volvió a contactar ayer con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para ofrecer cualquier recurso de otro territorio que la C. Valenciana necesitara, según pudo saber Levante-EMV.

El ministro, al igual que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el titular de Energía, Álvaro Nadal, ya hablaron con el jefe del Consell el viernes pasado.

De la Serna, que tenía comparecencia ayer en el Senado, también informó a Puig que estará hoy en Valencia con la cúpula de su departamento (dos secretarios de Estado y una directora general) para conocer de primera mano el alcance del temporal. Insistió en el mensaje de aceptar errores y cambiar mecanismos. Su departamento, dijo, analizará el grado de cumplimiento de los protocolos vigentes durante el temporal y, «en su caso, la idoneidad» de los mismos por «si en el futuro es necesario hacer alguna modificación».

Eso sí, también reiteró la «excepcionalidad» del temporal «absolutamente histórico, con cifras que jamás se habían visto ni registrado».

Histórico, sí, pero no imprevisto. Es el discurso que lanzan los responsables del Consell. «La Generalitat ha hecho todo lo que podía hacer», subrayaba ayer a Levante-EMV el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel.

No imprevisto, porque los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se han cumplido casi al minuto.

Ángel ha pedido comparecer en las Corts para explicar la planificación realizada y las actuaciones desarrolladas en estos días.

Ayer no era día de avivar fuegos -hoy quizá sí lo sea, ya que el PP anuncia comparecencia pública en las Corts-, aunque la número dos del partido, Eva Ortiz, pidió a Puig y a la vicepresidenta Mónica Oltra «altura de miras». «Lo importante» ahora es «no hacer política ni tirarse los trastos a la cabeza», dijo. Señaló además a la líder de Compromís como la autorra de una presunta «orden de ir contra el Gobierno central».

Así que el portavoz de Compromís, Fran Ferri, denunció la «gestión desastrosa» del Ejecutivo central en el temporal y le exigió explicaciones y que garantice la creación de partidas económicas para reparar las infraestructuras.