«Una serie de catastróficas desdichas» fue una película de éxito en 2004, una serie actual de TV y el título de una colección de novelas de Daniel Handler. Desde hace días es también la explicación oficial para lo ocurrido en la comarca de Requena-Utiel entre las 14 horas del jueves y ayer, cuando el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se desplazaba al Centro de Conservación de Carreteras de Requena para felicitar, uno a uno, a los protagonistas, muchos anónimos, del rescate de los cientos de atrapados por la nieve el pasado 19 de enero.

El ministro escuchó la versión en directo de algunos de quienes intervinieron o gestionaron la emergencia e insistió en el carácter «excepcional» de lo ocurrido. Lo dijo basándose en el «testimonio de los más veteranos»; de quienes no pudieron limpiar la carretera por las conducciones eléctricas caídas o de aquellos que tuvieron que lidiar con una nevada que «en muy poco tiempo llegó a los 50 centímetros de espesor».

Informará en el Congreso

Íñigo de la Serna reconoció, no obstante, que el ministerio está haciendo «un análisis de lo sucedido» del que dará cuenta «en el Congreso de los Diputados», pero insistió varias veces en su mensaje inicial: «Hubo medios más que suficientes, pero que no pudieron acceder a la carretera».

Algunos protagonistas abundan en esta tesis y añaden a los cables eléctricos caídos otras causas de su impotencia a la hora de liberar a los cientos de atrapados durante esa noche.

«Los camiones no hacían ni caso a las indicaciones para que salieran de la carretera hacia los aparcamientos de vialidad invernal y seguían hasta que hacían la tijera y nos bloqueaban el paso a todos», afirman agentes de la Guardia Civil de Tráfico, que creen que deberían sancionarse con severidad estas actitudes.

«Con la carretera en esas condiciones es un suicidio hacer que paren», explican. «Algunos camioneros nos adelantaban incluso cuando ya estábamos quitando la nieve, en lugar de ir detrás de la máquina, para quedar atravesados un poco más adelante. Tienen mucha presión de sus empresas. Y luego están los conductores insolidarios que bloquean el arcén e impiden pasar a los servicios de emergencias. Tuvimos que movernos por vías de servicio y caminos por los que no caben las máquinas», añade el conductor de una máquina quitanieves.

Problemas laborales

Existen problemas laborales en los parques de Conservación de Carreteras de Chiva, la Portera o Requena. Fomento tiene previsto cerrar algunos y quizá por ello se han disparado los rumores sobre falta de medios o su tardía movilización. Fuentes consultadas niegan que el conflicto incidiera en su trabajo, para el que fueron movilizados 48 horas antes del incidente.

Queda por explicar, sin embargo, por qué una vez acotada desde Chiva y limpia la A-3 en sentido Madrid no se utilizó esta vía para extraer antes a todos los vehículos atrapados en sentido a Valencia. Una iniciativa que hubiera aliviado en unas horas la larga noche de los vehículos atrapados en Requena.