La Diputación de Valencia investiga si el funcionario que ostenta la jefatura del archivo provincial acude cada mañana a estas dependencias, ficha y deja este lugar de trabajo para regresar al final de la jornada a fichar de nuevo.

Según el área de Administración General y Transparencia de la diputación, actualmente no consta en el registro de Personal «ningún comunicado, escrito o información oficial sobre las presuntas anomalías en la situación laboral» del empleado en cuestión, Carles Recio.

El escritor y activista valencianista fue nombrado jefe de Publicaciones de la corporación provincial en 2006, en la etapa de Fernando Giner como presidente.

El diputado responsable del personal, José Ruiz, señaló ayer que constan los registros diarios de Recio en los controles biométricos con los que se realiza el seguimiento de las entradas y salidas de los empleados en sus puestos de trabajo.

Sin embargo, tras publicar ayer El Mundo que Recio admitía no trabajar en el archivo desde hace diez años por un puesto por el que cobra cerca de 50.000 euros al año, el diputado ha ordenado abrir un expediente informativo para recabar información y en su caso exigir responsabilidades.

Una vez finalizado el informe, si así se considera, «se incoarían los expedientes disciplinarios que fuesen necesarios», añadió el jefe de gabinete del diputado, José Luis Aragón, en referencia a las posibles responsabilidades de los superiores de Recio.

El equipo de gobierno resume los hechos, si finalmente se confirman, como «una más entre las herencias recibidas».

El escritor asegura que ha hecho «lo que la diputación le ha pedido en los últimos diez años». El empleado declaró ayer a Levante-EMV que «ha trabajado como un negro, porque era el negro» de la corporación.

Su explicación es que, aunque su plaza está en el archivo, su trabajo lo realizaba en presidencia o en los municipios que, según su versión, visitaba para realizar saludas del presidente de la diputación y textos conmemorativos. Así ha sido, de acuerdo con su declaración, hasta la llegada en 2015 de los nuevos gobernantes.

«Estoy tranquilo por la cantidad de testigos que me han visto en presidencia durante todos estos años», aseguró, al tiempo que subrayó que distintos gobiernos han pasado por presidencia «sin ninguna queja» hacia su trabajo y que ahora mismo no consta denuncia alguna.