La pregunta es sencilla: ¿El Ministerio de Educación concede becas a alumnos universitarios con pocos ingresos? O lo que es lo mismo, ¿hay que tener un mínimo de ingresos para poder optar a la ayuda? La pregunta surge tras la denuncia interpuesta por un estudiante de la Universitat de València ante el rectorado del centro porque un funcionario le aseguró que como su renta era menor de 4.000 euros no le concederían la beca matrícula. «Ni el Gobierno ni la Universidad conceden becas a indigentes», le espetó. Independientemente del trato recibido por el estudiante y de la resolución final de la universidad „que archivó el expediente abierto al empleado sin sanción económica al entender que no hubo mala intención, tal como publicó ayer Levante-EMV„ la pregunta es evidente: ¿Cómo es que el Gobierno no concede becas a personas con pocos recursos?

El Ministerio de Educación asegura que «sí», que «por supuesto» que se conceden ayudas a estudiantes con pocos ingresos, que la educación es «un derecho» y que no hay «límite de ingresos mínimos porque no tendría ningún sentido». La Universitat de Valencia, sin embargo, asegura que esa puede ser la teoría, pero que, sin duda, «no es la práctica». Es más, afirman que cada año se rechazan multitud de solicitudes por una cuestión económica. No por ganar «de más», sino por todo lo contrario. Sin embargo, la universidad afirma que no se trata de una cuantía exacta. No hay franja económica que excluya a nadie. Lo que hay son unas tablas que fijan los umbrales de renta „y que comienzan a partir de unos ingresos de 3.771 euros„ y una frase que no aporta claridad.

La clave, según la universidad, es que el solicitante debe «acreditar fehacientemente que cuenta con medios económicos propios suficientes que permitan dicha independencia así como la titularidad o el alquiler de su domicilio habitual». No es que lo diga la facultad, es que así consta textualmente en la convocatoria que rige el Real Decreto 293/2016 por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar de las ayudas a estudiantes.

Es decir, si el estudiante vive con sus padres, tiene pareja o sale adelante gracias a la ayuda de un amigo, presenta las rentas de todos y ya está. Si está emancipado, tiene pocos ingresos (menos de 4.000 euros al año) y no acredita que sale adelante gracias a la ayuda de alguien, quien sea, la cosa se complica. Es lo que le ocurría a Roger Zúñiga, el estudiante español que también tiene nacionalidad nicaragüense y que acabó anulando su solicitud de beca cuando el funcionario le dijo que no cumplía los requisitos.

El umbral cero no aparece

Desde el Ministerio de Educación se llevan las manos a la cabeza. «¿Cómo que no se la concederíamos? En la convocatoria de ayudas el umbral de renta empieza en el nivel 1 (con 3.771 euros), pero existe un nivel 0, aunque no aparezca en la convocatoria, porque se sobreentiende que es así.

Seguramente esta persona habría recibido la beca porque se trata de ayudar a quienes tienen menos recursos», afirman fuentes del ministerio, que acusan a la Universitat de València de excederse en sus funciones ya que «es el Gobierno quien concede las ayudas. La universidad no debe realizar ninguna criba, solo debe centrarse en tramitar las solicitudes y punto porque la gestión es del ministerio».

Desde la Universitat de València aseguran que eso es lo mismo que decir «que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna. ¿Verdad o mentira?».