La edad media de las personas consumidoras de drogas aumenta aunque las nuevas incorporaciones son sobre todo jóvenes, y el alcohol sigue siendo la más consumida, seguida de la cocaína en base (crack) y de la heroína. Así se desprende del informe anual del Centro Integral de Baja Exigencia, CIBE Marítim, del Comité Antisida de la Comunidad Valenciana, que recoge los resultados de su actividad durante 2016 en el cuidado de la salud de las personas consumidoras de drogas en situación de extrema exclusión social. Este informe alerta además del crecimiento del consumo de droga esnifada y de cannabis sintético, señala el Comité Antisida en un comunicado.

Las conductas adictivas y la exclusión social son dos problemáticas que a menudo van de la mano, sobre todo en los barrios periféricos y poblaciones más vulnerables de las grandes ciudades, según las fuentes. En la actualidad el número de atendidos por el CIBE se mantiene en cifras similares al año anterior, con un total de 242 personas atendidas en 2016, 196 hombres y 46 mujeres.

Respecto al perfil social, el informe indica que no ha variado, ya que un 81 % de las personas usuarias carece de vivienda y reside, en su mayoría, a pie de calle o en hogares ocupados, y el 77 % no tiene ningún ingreso económico. En cuanto a la media de edad del total de personas atendidas asciende a 42 años, lo que denota que las personas históricamente atendidas van envejeciendo, y las nuevas solicitudes de admisión provienen de personas jóvenes, de entre 19 y 29 años.